La migración hispana benefició a Estados Unidos

Segunda parte

En la primera parte, Estados Unidos, país de migrantes, vs los migrantes, hice un breve resumen histórico de como fueron tratadas las diversas olas migratorias a Estados Unidos, antes de que se integrasen, fuesen aceptadas como “Americans” – mejor dicho,  como blancos – y a su vez depararan el mismo trato a quien vino después. 

Si la inmigración hoy llamada latina, proveniente principalmente de México y de los países de Centroamérica, ha sido diferente a las olas que le precedieron, no fue distinta en el trato. 

Primera deportación 

Los latinos, la gente al sur del Río Bravo, eran el excedente en la fuerza laboral requerida para los campos y las fábricas, especialmente cuando desapareció la mano de obra esclava. Para lo demás el avance fue lento y doloroso. Pero todo de acuerdo con la ley de demanda y oferta: cuando ya no había excedente de trabajo sino de trabajadores, la expulsión de los mexicanos era la válvula de escape.

Entre 1929 y 1939, Estados Unidos deportó entre medio millón y dos millones de mexicanos. Entre ellos, miles de ciudadanos estadounidenses, nacidos aquí. Su deportación era entonces y es ahora completamente ilegal. Fueron cazados en las calles de Los Ángeles y otras ciudades. Fueron llevados a campos de concentración. Los trenes partieron llenos hacia la frontera y regresaron vacíos.

Programa Bracero 

Cuando EE.UU. entró a la guerra Mundial y para compensar la pérdida de mano de obra a las fuerzas militares, el gobierno acordó con México el Programa Bracero por el cual centenares de miles de mexicanos trabajaron aquí – generalmente en los campos de California o Texas o en las vías del ferrocarril – inicialmente por 50 centavos la hora hasta 1964. 

La discriminación, el racismo, las violaciones a los contratos y las manifestaciones de crueldad contra los braceros llevaron a una serie de huelgas y protestas entre 1943 y 1954. 

Cabe mencionar que en una de ellas, los obreros mexicanos se solidarizaron y unieron a obreros japoneses que provenían de los campos de concentración en donde habían sido confinados durante la guerra. 

Por los problemas administrativos del programa fueron muchos más los mexicanos que entraron como indocumentados que como braceros, al punto que en 1954, tres años después de que el presidente Truman había expandido el programa, el nuevo presidente Dwight Eisenhower, mandó deportar a 1,3 millones de mexicanos. Entre ellos, otra vez, hubo miles de mexicoamericanos, ciudadanos americanos. También fueron llevados a campos de concentración, de donde fueron expulsados en autobuses, barcos y aviones.

La de la comunidad latina estadounidense, ha sido por lo general una historia de superación a dificultades hasta el día de hoy, comenzando por las desgracias que motivaron el abandono de su país, su pasado y sus familias, siguiendo por el arduo camino que recorrieron hasta alcanzar un nivel mínimo de satisfacción. Si no ellos, sus hijos y nietos, por medio del estudio. 

En todo el lapso histórico se generaron una variedad de ideas y posturas ideológicas, dictadas por los intereses de los grupos participantes. Para los latinos, su inmigración es agridulce, porque sigue la discriminación y el racismo y siguen siendo principal blanco del supremacismo blanco. En líneas generales, los inmigrantes están mejor a medida que el tiempo avanza. 

¿Éxito o fracaso? 

Pero para este país (le dicen “este país”), para Estados Unidos, la inmigración latina, ¿ha sido un éxito o un fracaso?  ¿Ha beneficiado, o estancado, o retrocedido? 

Parámetros económicos del éxito

Hoy, la población latina en Estados Unidos llega a 63 millones, nos dice el instituto Pew Hispanic. El 81% de ellos son ciudadanos estadounidenses, comparado con 74% hace 10 años. 

Gracias a su crecimiento vegetativo, y el aumento de la población relativo a otros grupos – actualmente , a la participación laboral y las contribuciones económicas, su progreso benefició al país, y la respuesta es positiva, aunque sufrió el embate de la discriminación y las disparidades salariales y más recientemente, la crisis del COVID-19. 

Actualmente constituyen según la oficina del Censo, el 19.1% de la población. Cuatro años atrás, eran el 18.5%Los trabajadores latinos ganan sólo 73 centavos por cada dólar ganado por los estadounidenses blancos. Debido a la consecuente incapacidad de acumular y transmitir riqueza de generación en generación, los latinos enfrentan una trayectoria mucho más difícil a nivel individual y comunitario, especialmente cuando se trata de obtener financiamiento para iniciar y ampliar negocios.

Pero si se equiparasen los salarios de los latinos con los de los blancos, subiría el ingreso total de las familias latinas en más de $1.2 billones (millones de millones), según datos de  New American Economy, lo que se traduciría en 308,000 millones en impuestos, de ellos casi 200,000 millones al gobierno federal.

Un informe de 2021 de Mckinsey & Company menciona que “los latinos están colectivamente mal pagados en 288,000 millones de dólares al año. En una situación de plena paridad… se podrían crear 735.000 nuevas empresas que respaldarían 6,6 millones de nuevos empleos”.

Según múltiples fuentes, los latinos son los contribuyentes de más rápido crecimiento a la economía estadounidense, con una producción económica total de 3,2 billones de dólares en 2021. El poder adquisitivo de los latinos en 2021 fue de 3,4 billones de dólares, creciendo entre 2,1 y 2,4 veces más rápido que el de los no latinos.

Y como bien se sabe, los latinos han influido en la cultura estadounidense en términos de comida (mucho más que tacos), deportes (fútbol, Messi in America), música (una lista larga de intérpretes, de cumbia, salsa, bachata, reggaeton and corrido adem[as de rock), y estándares de apariencia.

La cultura hispana cambia al país

Pese a todo, los latinos están aquí para quedarse y ser líderes en las transformaciones de Estados Unidos. 

Es una historia entonces de idas y venidas, de aperturas para algunos y clausuras para otros, de confinamiento, repatriación y deportaciones. Una historia con matiz filo europeo que dio como resultado un país diverso. Aquí, la mayoría blanca dejará de serlo en 2045, contra lo cual se ha levantado detrás de Donald Trump para sacar a relucir su racismo sin tapujos, en un afán ya desesperado y violento para conservar el país que consideraban solo suyo. 

De igual manera lo consideraban, en cada ola migratoria, quienes aquí ya estaban. Trataron de forzar los procesos históricos, pero los procesos históricos los forzaron a cambiar y adaptarse, cada vez, a una nueva realidad. 


Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California y administrados por la Biblioteca del Estado de California.

Gabriel Lerner

Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent. More »

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