La vida interrumpida de los inmigrantes
Anuncian redadas en gran escala en Los Ángeles a partir del 23
El 7 de febrero, el Los Ángeles Times publicó una información “filtrada” anunciando un operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en esta ciudad.
“ICE planea realizar lo que podría ser su mayor redada en Los Ángeles”, publicó.
La fecha anticipada: el 23 de febrero.
El operativo – solo el comienzo de una estrategia aún mayor – tiene como propósito movilizar el eje central de las operaciones de deportación de indocumentados del gobierno a Los Ángeles, donde al menos un tercio de la población es de inmigrantes.
En respuesta, unas 60 organizaciones comunitarias con sede en California formaron “la Coalición de Autodefensa Comunitaria”, y otras se han estado preparando para resistir las acciones de ICE, informó la publicación (deportiva) AS.
¿De qué manera? Convocando a la gente para que se congregue allí donde tiene lugar la redada, sea una casa de familia, una tienda o una oficina donde
Las principales organizaciones de activistas se disponen a patrullar los barrios latinos para advertir a la gente de la proximidad de los agentes de ICE.
La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes(CHIRLA), anunció que ponía a disposición su línea telefónica de emergencia 888-624-4752, ahora disponible las 24 horas del día de los 7 días de la semana, para ayudar en estos casos.
ICE se dispone a atacar con todos sus recursos. Ha pedido la ayuda de agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Además, estará presente la fuerza de choque de ICE que es la unidad de Operaciones de ejecución y deportación (siglas ERO, y en inglés Enforcement and Removal Operations).
En su columna en Hispanic L.A., Maribel Hastings detalla que el gobierno está enviando miles de agentes de otras oficinas federales a tareas fronterizas para reforzar las fuerzas ahora dedicadas a localizar, detener y deportar indocumentados.
Al parecer, Trump reaccionó con furia porque los números de encarcelados y repatriados ni se acercaban a lo que describió a sus fanáticos durante la campaña electoral. La suma total ha sido menor a los 10,000 en un mes, número limitado no solo por escasez de tropas sino también de centros de detención y de fondos adecuados.
Según ProPublica, menos de la mitad de las personas arrestadas entre el 20 de enero y el 2 de febrero tienen condenas penales, según datos del gobierno que obtuvieron.
Como otro indicador de lo magro de los números reales de Trump, escribe Laura Strickler, la productora investigativa de NBC en Washington, durante el pasado año fiscal federal 2024, los arrestos migratorios de la anterior administración llegaron a 113,431. Pero de ellos, el 78% tenían condenas penales o cargos penales pendientes.
Mientras el Presidente y sus huestes afilan los cuchillos y redoblan los tambores, cunde el miedo en la comunidad inmigrante latina. Miedo a la violencia desatada, a la separación de familias, a arrestos sin órdenes judiciales, a no saber lo que va a suceder.
Cuando el temor se impone y la información concreta escasea, los inmigrantes buscan cualquier residuo de noticia que puedan encontrar en las redes sociales, o en lo que se cuentan unos a los otros.
“Se corrio ya la voz de que todo mundo incluso gente con green card y ciudadanos están en peligro de que se los lleven, porque con cualquier pretexto les inventan crímenes de tránsito o tickets anteriores o por negarse a cooperar con ellos acusándolos de proteger o llevar a un indocumentado en su coche o protegerlo, se llevan a todos”, me dice un amigo.
Un video que me enviaron describe la odisea de una inmigrante coreana con Green Card que fue detenida y deportada en el aeropuerto. Le explicaron que con menos de dos años de residencia legal no puede volver si sale del país y le hicieron firmar un documento donde renunciaba a sus derechos.
Una amiga relata la vida interrumpida que viven su hermano, cuñada y sobrinos:
“Dice que va a trabajar y que espera que ahí no le caiga el ICE y que si pasa pues ni modo, pero que la vida tiene que seguir, que ojalá no le pase nada a (su esposa) que trabaja limpiando casas y anda de un lado a otro”.
“Mi hermano dice que cada día que pase es ganado que pueda llevarse a su familia a Los Cabos o a Cancún”… pero para ello deberían dejar los estudios sus tres hijos, los tres nacidos aquí, los tres ciudadanos estadounidenses.
¿Cómo se defiende esta gente, sin organización, sin información?
“Algunos que tienen el pelo de color negro, se ponen pelucas rubias o se agachan como drogadictos para pretender ser americanos y que no se los lleven”.
La vida cotidiana que llevaban ya no existe. “Las madres ya saben que no es seguro ni llevar a sus hijos a las escuelas y los dejan hasta a cuadras de la entrada de la escuela para que no los vayan a agarrar”.
¿Y qué pasa aquí, en Los Ángeles ahora? Este es un desglose parcial y temporario.
Downtown
En el centro de Los Ángeles (Downtown) vive una conocida que se ha encerrado en su casa desde hace tres semanas sin salir a trabajar. Teme ir a la esquina, o al mercado, o al correo.
Chino
En Chino, al este de L.A., un residente nos dice que su familia “ni salen ni al mandado porque les han avisado que ICE está constantemente en La Superior”. (una tienda coreana que vende productos latinos). “Es que andan por donde quiera, hasta en los estacionamientos de los mercados latinos”.
¿Pero alguien los ha visto o son rumores?
“¡Sí! Los vecinos nos avisaron. Los ve la gente y manda los vídeos”
Pasadena
En la ciudad de Pasadena vecina a Los Ángeles, los agentes golpearon la puerta de la casa de Carlos Ortiz Becerra. Buscaban a un sujeto con historial criminal que ya no vivía allí. A otro. Un tal Rodrigo.
“Tocaron la puerta a eso de las 5:30 de la madrugada”, le contó a Univisión su hija Stephanie. “Había patrullas, vehículos de color oscuro y decenas de agentes armados con chalecos antibala… dijeron que eran policías, que andaban buscando a un tal Rodrigo, y les abrí la puerta”, dijo, sin saber que ni eran policías ni tenían derecho a entrar sin orden judicial.
A Ortiz le dijeron que no le creían y que él era Rodrigo. Se lo llevaron y ahora la familia no sabe por dónde buscarlo.
Pomona
En Pomona, detuvieron el auto de una mujer que circulaba por la calle y se la llevaron. Una vecina tomó este vídeo. Según Univisión, portavoces de la DEA y ICE se negaron a comentar el incidente.
Echo Park
Giovanni Duran, de 42 años, quien llegó a California desde El Salvador a los dos años, es mesero en un restaurante de sushi. Su esposa dice que los agentes le pidieron identificación a ella cuando estaba entrando al auto, pero que cuando vieron a Giovanni, se lo llevaron para deportarlo a un país que no conoce, reporta CalMatters.
Jorge Field, el subdirector de inmigración en Los Ángeles, le dice al reportero de Univisión que ahora, con el nuevo gobierno, tienen autorización para arrestar a cualquier persona que está en el país ilegalmente, que antes les impedían hacer arrestos pero que ahora por fin pueden cumplir su deber.
¿Cuál es ese deber?
De a poco se forma un cuadro concreto y real de los abusos, el de un gigantesco operativo de intimidación. Como se trata de intimidar, se magnifica la cantidad y naturaleza de los arrestos.
Hasta se podría decir que la distribución de estos datos y estos videos sirven los propósitos de provocar miedo. Pero no hay otra alternativa y la verdad tiene que salir a luz.
El resultado que quieren obtener, entre otros, es que muchas familias, mientras pueden, vuelvan a sus países de origen. Y también quieren satisfacer la sed de acción que tienen los efectivos armados de las distintas agencias del gobierno.
Pero también podrían causar que muchos, muchas más familias, y sus aliados en la comunidad, se organicen y resistan, dentro de los márgenes legales.