Muertes y suicidios en centro de detención de inmigrantes

Charles Leo Daniel, encerrado en una celda de aislamiento, no soportó más y se suicido

El Centro de Detención del Noroeste (NWDC) de Tacoma, estado de Washington, es uno de los más grandes del país. También, probablemente, el más cruel. Es parte del grupo GEO, una multinacional dedicada al negocio de las cárceles privadas que brinda servicios al Servicio de Control de Migración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés).

Allí, en el NWDC, murió Charles Leo Daniel. Un inmigrante de 61 años, oriundo de Trinidad y Tobago. Y desde ese momento hasta la actualidad ha habido en ese lugar de detención al menos 9 intentos de suicidio, según La Resistencia, una organización no gubernamental compuesta por inmigrantes que luchan contra la persecución, encarcelamiento y deportación de otros como ellos.

El 7 de marzo pasado, cuando La Resistencia cumplía 10 años de existencia, una integrante de la organización recibió una llamada desde el NWDC de Tacoma en la cual les informaban que una persona había muerto en el área de aislamiento confinado.

Quien se comunicaba era Christian Dueñas, un inmigrante salvadoreño que estaba en ese centro de reclusión desde hacía dos años.

Inmediatamente hicieron una videollamada con Christian quien les dio toda la información de lo que él había presenciado, ya que estaba en la celda de aislamiento contigua a la de Daniel.

Hispanic LA tuvo acceso a aquella conversación, y aquí la transcribimos.

La conversación

Marzo 7, 2024

Christian Dueñas (CD): Cuando la alarma sonó, a las 10:45, en la biblioteca me dijeron que alguien en el hoyo no estaba respondiendo. Y después de eso, me trajeron de regreso a aquí como a las 11 y media. Y había gente corriendo por todos lados. Llegó la policía y los bomberos y, me di cuenta de que una persona que estaba aquí arriba, se veía… como que se había ahorcado.

La Resistencia (LR): ¿Tú lo viste?

CD: Lo vi cuando lo sacaron. Lo sacaron en la bolsa funeraria y todo, porque el forense lo vino a recoger.

LR: ¿OK, cuántos oficiales estaban por ahí?

CD: De GEO, había como 5.

LR: ¿Y de la policía?

CD: De policía solo había uno.

LR: ¿Qué hicieron? ¿Cuál fue la reacción de ellos?

CD: Ellos solo entraron a tomar el reporte. Y tomaron… creo que tomaron fotos, pero no estoy tan seguro, porque me tuvieron… yo estoy aquí en la celda 207, el señor estaba en la 209. Pero cuando yo vine de regreso de la biblioteca, me tuvieron en la 103, para no subirme, porque estaba a la par de la otra. El de Tacoma solo estaba tomando reportes, tomando nombres y, me imagino que estaba escribiendo cómo pasó todo.

LR: ¿Quién estaba dando todos esos reportes?

CD: Solo era de GEO.

LR: Ok. ¿Y los de GEO que decían? ¿Escuchaste algo?

CD: No, porque cuando se fijaron que estaba poniendo yo atención, se pusieron la máscara y se hablaban ellos de oído a oído.

LR: ¿Alguien más aparte de ti vio esto? ¿O los demás compañeros de la unidad?

CD: Sí. Sí, todos los que estaban aquí arriba, mi compañero que estaba acá en la celda 206, él también vio. Él estaba aquí y vio todo, menos cuando sacaron al señor porque lo pusieron en la bolsa del forense, o sea que le taparon la ventana para que no lo vieran que le quitaron la ropa y lo metieron en la bolsa.

LR: ¿Cómo taparon la ventana?

CD: Eso es lo que tienen, en el hospital, esas cortinas de privacidad.

LR: OK.

CD: No me dijeron absolutamente, los de GEO no me dijeron nada, solo que se había producido un incidente. Después que me regresaron a mí a mi celda, como media hora después, vinieron los de Salud Mental y dijeron: “OK ustedes saben que pasó algo trágico. ¿Quieren hablar de eso? ¿Cómo se sienten?”. Les respondimos: “¿Cómo quieren que nos sintamos?”. Y entonces ellos dijeron: “Ah OK, muchas gracias” y se fueron de celda a celda. Solo eso.

LR: ¿Sabes el nombre de esa persona que les pregunto eso?

CD: No. Estaban en ropa particular

LR: ¿No llevaban identificaciones? ¿Ni uniforme?

CD: No, solo dijeron que ellos venían de Salud Mental.

LR: ¿Eso, solo te lo dijeron a tí? ¿O a todos los compañeros de la unidad?

CD: A todos los de la unidad.

LR: Y durante el día, ¿qué reacciones tuvieron los de GEO?

CD: Se miraban entre ellos, se veía que estaban preocupados. Otros, los que estaban aquí, estaban hablando, se miraban más como asustados y no sabían qué hacer. Los supervisores no nos estaban haciendo caso a nosotros. Solo estaban ahí nomás preocupados por lo que estaban haciendo.

LR: ¿Sabes el nombre de la persona fallecida? ¿Y si estaba pasando por algún problema?

CD: No sé. Él era bien callado. Era bien callado. Eso sí se, que cuando yo me iba a bañar yo lo miraba, y siempre tenía un calzoncillo en la cabeza.

LR: ¿No sabes su nombre? ¿O de dónde era?

CD: No, era un señor negro. Me imagino, no estoy seguro, tal vez sea de [inaudible] musulmán, porque tenía una comida especial.

LR: ¿Cómo especial?

CD: No sé si era vegetariano. Y yo sé que cuando estaba en la unidad con todos los demás que casi todos son vegetarianos.

LR: ¿Entonces no sabes? ¿No tienes una idea de donde era originario? ¿De qué país?

CD: No sé, porque aquí nos tienen separados y no nos dejan acercarnos a las celdas a decir algo ni nada. Solo si estamos a la par podemos hablar.

LR: ¿Que unidad es?

CD: Esto es el hoyo.

LR: OK.

CD: Es segregación.

LR: Segregación. OK. ¿Alguna otra cosa que hayas visto?

CD: No, solo eso. Solo eso. La otra cosa que me fijé, es que el ICE sólo vino a preguntar unas cosas. Y sí lo oí preguntando a la policía que quién le iba a pasar [inaudible] y la policía le preguntó al ICE que quién iba a hacer la investigación. Y ellos dijeron que iba a ser GEO.

LR: OK. ¿Sabes el nombre del oficial de ICE que fue?

CD: Tobías.

LR: ¿Solamente él? ¿Fue una sola persona?

CD: Solo él vino.

LR: ¿A quién exactamente le preguntó?

CD: Al señor de la policía

LR: ¿Y a quien más le hizo preguntas el ICE?

CD: Solo a él.

LR: OK. Entonces tú viste que sacaron a esta persona en una bolsa negra.

CD: Sí.

LR: ¿Por eso estás seguro que falleció?

CD: Sí. Porque los bomberos lo pronunciaron muerto a las 11:30.

LR: ¿Cómo te enteraste de que lo pronunciaron muerto?

CD: Lo escuché. Vino el del departamento forense.

LR: ¿Sabes de donde era el departamento? ¿De Tacoma?

CD: No sé, solo decía en la espalda Forense.

LR: ¿Cuántos fueron de ellos?

CD: Dos mujeres.

LR: OK.

CD: Y después como, media hora a una hora después, es cuando vino el coronel y él fue que vino a recoger el cuerpo.

LR: OK.

CD: Creo que todos, con el éramos 14. Y después cuando él falleció éramos 13. Pero acabo de oír que acaban de traer a una persona más. Así que somos de nuevo 14. Entonces 13 personas vieron eso. Y oímos.

LR: ¿Sabes el nombre de las otras personas?

CD: No, no sé. Deme un momento. [Pregunta a alguien más] ¿Cómo te llamas? ¿Cómo te llamas? Mira. ¿Y tu apellido? El vecino mío es Alejandro Castillo.

LR: OK.

CD: La comida vino bien tarde, porque no nos dieron de comer hasta las 3 y 15. Y yo le pregunté, ¿cuándo me van a sacar aquí? Y me dijeron: “¿Sabes que la ley pasó en el 2011, la ley contra terroristas?”. Y yo le dije: “Yo no tengo nada que ver con terrorismo. ¿O sea que me tienen aquí en el hoyo por terrorista?” Y me respondieron: “Ah, no te puedo decir que sí. No te puedo decir que no. Pero aquí vas a estar, y vamos a ver”.

LR: ¿Él es guardia?

CD: Él es guardia.

Sanciones e intentos de suicidios

Días después, Christian Dueñas fue trasladado a Texas como represalia por haber hablado con La Resistencia y está en proceso de deportación. Cuando fue trasladado a Texas, los mismos oficiales del ICE le preguntaron por qué había sido trasladado cuando no había razón para hacerlo.

Obviamente, todo fue por la videollamada con La Resistencia, denunciando la muerte de Charles Leo Daniel.

Esto ocurrió mientras un juez federal impidió que el estado de Washington aplicara una ley destinada a aumentar los controles del NWDC. Hay que recordar que el grupo GEO tiene un contrato con el Estado que establece una garantía mínima de 1,100 camas diarias. O sea que el negocio necesita cubrir ese número.

El NWDC también es el centro de detención de migrantes que tiene la tasa de fianzas más baja del país. Solo el 3 por ciento de los que la solicitan son aceptados.

Charles Leo Daniel había estado 4 años en aislamiento confinado, es decir toda la duración de su detención en el NWDC. Sufría de enfermedades mentales severas y no había recibido la atención médica necesaria.

Al día siguiente de la muerte de Daniel, cuando los detenidos se enteraron, alrededor de 250 iniciaron la tercera huelga de hambre del 2024.

A partir de ahí, se inició una ola de intentos de suicidios, muchos de ellos de gente de la India, que estaban frustrados y decían que preferían morir.

En esos días, La Resistencia tuvo presencia permanente las 24 horas y se pudo presenciar 3 o más ambulancias por día que llegaron al NWDC. Y el lunes 11 de marzo hubo dos intentos de suicidio más.

Al día siguiente, el martes 12 de marzo, La Resistencia instaló una carpa frente al NWDC exigiendo respuestas sobre el fallecimiento, una investigación independiente y el pronunciamiento de las autoridades.

“Al tercer día de haber instalado el campamento, presenciamos un incendio dentro del centro de detención”, contó a Hispanic LA Rufina Reyes, directora de La Resistencia. “Inmediatamente llamamos al 911, fuimos testigos de que había gente en los patios traseros durante su tiempo de recreación, y cuando corrimos a esa área para avisarles del incendio, los guardias de GEO los llevaron inmediatamente de regreso al mismo edificio donde estaba ocurriendo el incendio, en vez de cumplir con los lineamientos de cualquier emergencia de incendio, es decir, evacuarlos”.

“Hablamos con los bomberos que llegaron a apagar el incendio y nos informaron que el incendio fue en el área de la lavandería», explicó Reyes. «Recibimos inmediatamente llamadas de personas detenidas quienes nos dijeron que no les informaron de lo que estaba pasando. Algunos oyeron una alarma, pero otros no. No los evacuaron. Y en una unidad los guardias de GEO les dijeron que el incendio fue provocado por La Resistencia”.

“Debido a todo esto, en cuanto se instaló el campamento afuera, nuestra fundadora de La Resistencia, Maru Mora Villalpando, inició una huelga de hambre exigiendo respuestas de las autoridades. Las senadoras María Cantwell y Patty Murray brillaron por su ausencia. A los 12 días Maru suspendió la huelga de hambre temiendo por su salud, pero otras personas se unieron a esta huelga, entre ellas nuestra organización hermana Tsuru For Solidarity, una organización de miembros japoneses americanos cuyos ancestros también fueron oprimidos en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Y ahora se han unido a la lucha de La Resistencia para cerrar el NWDC”, concluyó Reyes.

La ola de intentos de suicidio continuó. El último se reportó el 19 de mayo. Fue de un migrante de nacionalidad salvadoreña, que al enterarse que iba a ser deportado, prefirió atentar contra su vida, porque sabía que, llegando a su país, iba a ser torturado y finalmente asesinado por su propio gobierno, debido a la política actual de encarcelar sin proceso debido a jóvenes con tatuajes, o sin ellos, torturarlos y hasta matarles mientras están en prisión.

“El total de intentos de suicidio, bajo nuestro conocimiento después de la muerte del señor Daniel hasta hoy día son 9”, dijo Reyes.

Pero este problema viene de larga data. Antes del fallecimiento de Charles Leo Daniel, el 7 de marzo de este año, ya había habido dos muertes más a manos de ICE y bajo la custodia de GEO. La primera en el 2006 de una persona mexicana, que según ICE murió de enfermedad de la arteria coronaria.

El segundo caso de muerte en NWDC había ocurrido en noviembre del 2018, un hombre ruso llamado Amar Mergensana, de de 40 años de edad y quien había estado alrededor de un año detenido.

Mergansana había pedido asilo y la corte se la había negado. Él ya había intentado suicidarse y, supuestamente, estaba en vigilancia en una celda de aislamiento. Luego vino un segundo intento de suicidio y el 15 de noviembre del 2018 finalmente cumplió con su objetivo de quitarse la vida.

El ICE negó a la prensa que había fallecido en detención y en aislamiento, y no fue sino hasta 6 días después lo declararon muerto en el hospital, porque ICE instruyó al médico que parara la actividad cerebral de Mergansana, sin avisarle a la familia. Durante su estancia en NWDC, Mergansana había estado en huelga de hambre por más de 80 días.

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Este recurso cuenta con el apoyo total o parcial de fondos proporcionados por el Estado de California, administrado por la California State Library en asociación con el California Department of Social Services y la California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs como parte del programa  Stop the Hate . Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener ayuda, visite CA vs Hate.

Autor

  • Nestor M. Fantini, M.A., Ph.D. (ABD), is an Argentine-American journalist, educator, and human rights activist based in California. Since 2018, Fantini has been co-editor of the online magazine HispanicLA.com. Between 2005 and 2015 he was the main coordinator of the Peña Literaria La Luciérnaga. He is the author of ´De mi abuela, soldados y Arminda´ (2015), his stories appear in ´Mirando hacia el sur´ (1997) and he is co-editor of the ´Antología de La Luciérnaga´ (2010). He is currently an adjunct professor of sociology at Rio Hondo College, Whittier, California. As a refugee and former political prisoner who was adopted as a Prisoner of Conscience by Amnesty International, Fantini has dedicated his life to promoting the memory of the victims of state terrorism of the Argentine civil-military dictatorship of the 1970s and is currently coordinator of Amnesty International San Fernando Valley. Fantini graduated from Woodsworth College and the University of Toronto. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Néstor M. Fantini , M.A., Ph.D. (ABD), es un periodista, educador y activista de derechos humanos argentino-estadounidense que reside en California. Desde 2018, Fantini es coeditor de la revista online HispanicLA.com. Entre 2005 y 2015 fue el coordinador principal de la Peña Literaria La Luciérnaga. Es autor de De mi abuela, soldados y Arminda (2015), sus cuentos aparecen en Mirando hacia el sur (1997) y es coeditor de la Antología de La Luciérnaga (2010). Actualmente es profesor adjunto de sociología, en Rio Hondo College, Whittier, California. Como refugiado y ex prisionero político que fuera adoptado como Prisionero de Conciencia por Amnistía Internacional, Fantini ha dedicado su vida a promover la memoria de las víctimas del terrorismo de estado de la dictadura cívico-militar argentina de la década de 1970 y actualmente es coordinador de Amnesty International San Fernando Valley. Fantini se graduó de Woodsworth College y de la Universidad de Toronto.

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