Resonante triunfo kirchnerista en elecciones argentinas
Después de casi 75 años, el peronismo sigue siendo el movimiento alrededor del cuál se define la política electoral argentina. Así quedó demostrado ayer domingo 11 de agosto con la resonante victoria de Alberto Férnandez y Cristina Fernández de Kirchner, del Frente de Todos, ante la alianza Juntos por el Cambio, del actual presidente Mauricio Macri y Miguel Pichetto.
Aunque las encuestas sugerían la victoria de los Fernández por varios puntos, ninguna llegó a pronosticar tremenda diferencia. Nada menos que 47% para Fernández y 32% para Macri.
“No venimos a restaurar ningún régimen, sino a crear una nueva Argentina en la que se acabarán las grietas, las divisiones y las venganzas”, dijo tras conocerse su victoria un conciliador Alberto Fernández.
P.A.S.O.
La elección fue solamente una primaria. Más específicamente, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en las que los electores pueden votar por cualquier candidato. O sea que, en gran medida, se transforman en una verdadera encuesta de cómo se votaría en las elecciones generales, que tendrán lugar el 27 de octubre, y en el ballotage que, de ser necesario, sería el 24 de noviembre entre los candidatos que se ubiquen en los dos primeros lugares.
Pero la elección puede definirse en octubre, si el candidato que triunfa lo hace con 45% de los votos, o con 40% y una diferencia de 10 puntos respecto al segundo. Los números de ayer indican claramente que para Macri sería casi imposible revertir el resultado.
La victoria del peronismo resonó a lo largo y ancho del país con excepción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Córdoba. En la provincia de Buenos Aires, un distrito clave ya que cuenta con 37% del electorado, también se dio otra gran sorpresa. Axel Kicillof, ex ministro de economía y un leal kirchnerista, triunfó 49% a 32% frente a María Eugenia Vidal, una de las figuras más populares de la alianza gobernante.[bctt tweet=»Un peronismo unido lo puede todo. La victoria kirchnerista en las PASO argentinas.» username=»hispanicla»]
Un peronismo unido
La victoria fue posible porque, a diferencia de 2015 y 2017, el peronismo se presentó unido. Actualmente, el peronismo tiene tres corrientes ideológicas: una de izquierda (el kirchnerismo y aliados), otra de centro (con líderes como Alberto Fernández y Sergio Massa) y la tercera que puede definirse como de centro derecha (como el exministro Roberto Lavagna y el gobernador salteño Marcelo Urtubey). Meses atrás, en una maniobra de estrategia electoral brillante, Cristina Kirchner logró la unidad de la izquierda y el centro peronista al aceptar dar un paso al costado y dejar que Alberto Fernández fuera el candidato presidencial.
La derecha peronista, con Lavagna y Urtubey, siguieron solos con una alianza electoral, Consenso Federal, que se ubicó en tercer lugar con un poco más del 8% de los votos. Lejos de poder influenciar cualquier resultado en octubre. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores de Nicolás del Caño, la eterna izquierda ruidosa pero que históricamente no consigue atraer un apoyo popular substancial, apenas llegó a un 3%.
Victoria contra el neoliberlaismo
La victoria de Fernández y Kirchner representa un claro rechazo a las políticas económicas neoliberales de un gobierno de CEOs y bandoleros de las finanzas especulativas que con aumentos de tarifas, cierre de empresas, eliminación de subsidios, desocupación, inflación, desvalorización de la moneda nacional, endeudamiento, incremento de la pobreza, empujaron al país a una brutal recesión. Un panorama económico, por supuesto, que crea todo un desafío para quien llegue a la Casa Rosada en diciembre.
La elección también generó una recomposición del tablero geopolítico ya que el resultado, sumado a la reciente victoria de Andrés Manuel López Obrador en México, reacomoda las fichas ideológicas en el continente. Con el retorno del peronismo kirchnerista rebrota la alternativa anti-neoliberal, con intereses opuestos a los de Washington, que pasa por Buenos Aires, La Paz, Ciudad de México, Managua, Caracas y La Habana.
Alerta
Por supuesto que a nivel electoral no todo está dicho y hecho. Para Macri todavía puede ocurrir un milagro y que salgan a votar los que no votaron y nunca votan. Que los jueces corruptos y los medios oficialistas como Clarín, La Nación y otros organicen una campaña de obstaculización antidemocrática. Que los mercados ahoguen al peso y se dramatice la situación. Que Startmatic, la empresa encargada de reportar los votos, participe de un fraude sin precedentes. Falta mucho para el 27 de octubre. Y aún más para el 24 de noviembre. Por eso, sugieren algunos, hay que estar vigilantes porque solamente el pueblo puede defender, en la calle si es necesario, sus conquistas democráticas.
Macri erró en sus pronósticos económicos, políticos, electorales. Pero estuvo muy en lo cierto cuando, al votar, comentó que “estas elecciones definen los próximos 30 años”. Ojalá que así sea y que la desocupación, el hambre y la represión que trajo esta alianza de conservadores y radicales no vuelvan a Argentina nunca más.