Un argentino en Cuba (Parte 2)

Parte 2: Lecciones morales

Dos años atrás Raúl Castro gobernaba Cuba, Fidel aún vivía y EEUU era presidido por una administración demócrata, la de Barack Obama. Fue aquel quizá el momento histórico de mayor distensión diplomática, entre la isla y el gigante, de las últimas 6 décadas. Aunque esas circunstancias se hayan pintado ahora con los pinceles y paletas de la Trumpolitik creemos oportuno rescatar aquellos momentos de acercamiento para mejor entender la compleja trama de las relaciones internacionales entre estos dos modelos antagónicos.

El Dr. Esteban Morales Domínguez, especialista en economía política y relaciones Cuba-EEUU, Doctor en Ciencias Económicas, Director Honorario del Centro de Estudios sobre los EEUU de la Universidad de La Habana y miembro de la Academia de Ciencias de Cuba, nos visitó en el Salón de Actos del CIJAM (Campamento Internacional Julio Antonio Mella, en Caimito, Pcia. de Artemisa) en el marco de la 11a. Brigada Internacional 1ro. De Mayo.

«Lo que se ha hecho en materia de cambio de políticas hacia Cuba por parte del gobierno de los EEUU ha superado mis expectativas«. El primer concepto lanzado por Morales al auditorio reflejaba la sorpresa que, aún para los expertos caribeños, significaba el viraje que Obama imprimió a una relación históricamente difícil. El presidente había anticipado en su campaña electoral que conversaría con Cuba, pero nunca había hablado de levantar el bloqueo. El cambio de rumbo político tuvo su inicio el 17 de diciembre de 2015, con la liberación del «Grupo de los 5», los ciudadanos cubanos que habían sido acusados de espionaje y condenados hace 18 años a cadena perpetua.Un argentino en cuba (parte 2)

Zanahoria y garrote

A partir de este hecho, que favoreció el acercamiento, la estrategia seguida hasta el momento colocaba a Obama como el político del norte que mejor manejó la política del garrote y la zanahoria, según define el Dr. Morales a esta doble maniobra de ofrecer ventajas y pegar al mismo tiempo: zanahoria para una parte de la sociedad civil, garrote para el gobierno de Raúl Castro. El recurso del garrote  apareció en la decisión de sancionar al Banco BNP Paribas con 8,000 millones de dólares de multa por acordar con Cuba un manejo del dólar favorable a la isla y paralelamente con las medidas restrictivas que se siguieron tomando contra la economía isleña en el marco de un bloqueo que lleva más de medio siglo.

Por el contrario, el discurso seductor de Obama, prometiendo una apertura que conllevaría la llegada de «libertades» a Cuba, iba destinada al sector de clase media de pequeños comerciantes y proveedores de servicios que nació en la isla hace una docena de años, al compás de los cambios que buscan mayor prosperidad. «La política del bloqueo fracasó y terminó aislando al propio EEUU, que se quedó sin apoyo en el mundo para esta iniciativa». La frase de Obama era para Morales Domínguez más inteligente que valiente y estaba destinada a lograr consenso y popularidad en la sociedad caribeña.

El error del bloqueo

Ese gesto de reconocer el error del bloqueo estuvo, decía Morales, motivado por 3 factores: la resistencia de Cuba; la situación que hasta 2014 vivió Latinoamérica; y el error de declarar a Venezuela como una amenaza para la seguridad de EEUU. Con estos factores en contra es que Obama va a la Cumbre de las Américas en abril de 2015 y tiene que escuchar el reclamo de Castro en un discurso brillante que lo deja mal parado.

El fracaso político de los EEUU se produjo porque nunca pudo aislar totalmente a Cuba del mundo ni del pueblo norteamericano. Estudiantes, parlamentarios y artistas visitaron la isla a lo largo de los años, rompiendo la incomunicación. Los casos del Niño Elián y de Los Cinco marcan como Cuba comienza a tener influencia en la opinión pública del norte.

El segundo round es la disputa cultural por la intervención e influencia en las mentes de los ciudadanos de ambos países, lo que constituye la más difícil de las batallas para Cuba.

Las condiciones que Cuba reclama

Y al final de la conferencia vienen las definiciones clave del intelectual cubano, que tienen que ver con las condiciones que Cuba impone históricamente para negociar la reanudación de relaciones con EEUU, basadas en el respeto irrestricto de la independencia y soberanía de la isla,  condición primera y principal, sin la que cualquier acuerdo sería imposible. «Los EEUU parecen querer aceptar» apunta Morales, pero sigue: «El imperio nunca ha aceptado  condiciones como esta en una negociación, ni siquiera cuando acuerda con sus propios aliados» y establece a continuación las 4 condiciones planteadas por Cuba:

1. Levantamiento del bloqueo.
2. Desmantelamiento y retiro de la base militar de Guantánamo.
3. Devolución de las sumas adeudadas por EEUU por los daños ocasionados en los intentos de invasión y atentados, y por todo lo que Cuba dejó de ganar y de crecer a cauda del bloqueo.
4. Terminación de la agresividad mediática practicada por los medios de comunicación de Miami.

Dividir a los cubanos

Después del 17/12/15, Obama había promulgado medidas que aparentaban favorecer a Cuba, pero que buscaban en realidad influir sobre un sector de la sociedad cubana a fin de lograr su apoyo a un cambio político en la isla. Son los «privados emergentes» de la nueva economía, técnicos de oficio, profesionales, pequeños productores, pequeños comerciantes y el sector servicios. Tales medidas hacen de Obama -explica Morales- el presidente más peligroso que le ha tocado a la diplomacia cubana desde el comienzo del bloqueo, y afirma que el líder americano ha venido al país para tratar de dividir a los cubanos entre quienes consideran que pueden seguir construyendo una nación soberana y los que consideran como mejor opción vivir bajo el paraguas protector de los EEUU.

Pero resulta que Cuba -dice Morales- nunca ha aceptado el más mínimo condicionamiento por parte de Estados Unidos. Si a esta circunstancia unimos el hecho de que la disidencia no tiene masa ni discurso y que si aparece ligada al gobierno del norte está liquidada, entonces a Obama no le queda otro recurso que buscar una nueva disidencia.

Cuba ha firmado con Obama acuerdos en materia médica, científica y cultural. En esta última materia ha de tenerse cuidado de evitar que la potencia del gigante, tal como surgiría de las políticas de su presidente, traigan productos culturales solo para captar a las clases medias.

Cuatro encrucijadas

Entonces, ante la posible reanudación de relaciones (posible 2 años atrás, improbable hoy), se le planteaban a Cuba no menos de 4 encrucijadas:

1. El gobierno y la vieja dirección del partido, están dando en estos años un paso al costado, haciendo lugar a una nueva generación de dirigentes.
2. Desde hace unos 12 años está en marcha el 4to. Plan Económico Cubano, que se desarrolla bajo la consigna de buscar «una Cuba sustentable y eficiente».
3. Debe tenerse en cuenta el nuevo contexto que plantea la relación con EEUU.
4. En medio de un bloqueo que lleva más de 50 años, el Estado cubano ha cargado sobre sus hombros la pesada tarea de asegurar a su pueblo comida, educación, vivienda y salud, al tiempo que sufre la gran encerrona económica.

Y finaliza Esteban Morales Domínguez: el capital puede venir a Cuba, pero será en los sectores y bajo las condiciones que Cuba imponga.

El destino es Ítaca

Hoy, un simple ejercicio de apreciación sobre estas definiciones del intelectual cubano pareciera alejar la perspectiva, anunciada en profusos análisis de la prensa mundial de los últimos años, acerca de la posibilidad de una caída de Cuba en las redes de  los capitales de Occidente, que aprovecharían el recambio generacional que significa el fin del gobierno de los líderes históricos, combinado con la hábil política que Obama intentó edificar con fines de seducción al sector medio cubano, para penetrar a la isla socialista con nuevos cantos de sirena, asimilables a los que atormentaron de tentaciones a Ulises, mientras navegaba hacia su destino. Como el héroe griego, la gran mayoría de los cubanos conoce muy bien los efectos devastadores de creer en promesas de prosperidad, de engañarse con espejismos cromáticos como los que Obama esparcía a través de Radio Martí de Miami sobre la clase media isleña. Como Calypso y sus encantos sobre Ulises.

El destino es Ítaca. Allí espera la utopía, Penélope.

David Metral

Nació en Villa María, Córdoba, Argentina, en 1953. Es profesor de Historia recibido en la Universidad Nacional de Córdoba. Alterna sus vocaciones entre los estudios históricos, el teatro y la literatura. Es actor desde los 17 años. Protagonizó más de cuarenta obras teatrales y la miniserie televisiva EDÉN. Obtuvo el Premio Trinidad Guevara (1981) y participó en festivales nacionales e internacionales, entre ellos: El Festival Cervantino (Guanajuato, México, 1983) y el Festival de Caracas (Caracas, Venezuela,1983). Sus notas de análisis político e investigación histórica han aparecido en diversos medios. En 2010 publicó, en colaboración con Jorge Piva, el ensayo epistolar "De Kirchner a Perón, ida y vuelta".

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