¿Apoyará la mujer blanca a Kamala Harris como vicepresidenta?
Muchos comentarios de mujeres blancas en las redes sociales, mesurados y hasta melancólicos, dejan claro que el dolor por la derrota de Hilary Clinton en 2016 todavía está presente
¿Está la mujer blanca dispuesta a apoyar a la senadora por California Kamala Harris como vicepresidenta, en 2020?
Las luchas de la mujer
Durante décadas, las mujeres activistas y académicas han abogado por la igualdad de derechos:
- El derecho a votar.
- La capacidad de trabajar fuera del hogar.
- La posibilidad de permanecer soltera.
- Estudiar algo más que docencia y enfermería.
- Graduarse como ingeniero, científica u otra carrera considerada masculina.
- Participar en la política sea legisladora o ejecutiva.
Como resultado de estas luchas sociales, las mujeres han ganado mayores derechos y acceso a oportunidades antes exclusivas para los hombres, lo que las ha llevado a tener una mayor autonomía en la sociedad. Las mujeres han logrado tener estos derechos con organización y perseverancia.
Sin embargo, estos logros no siempre han sido bien recibidos por la sociedad.
Kamala Harris hace historia
Este 2020 se conmemoran los 100 años desde que las mujeres blancas de todo Estados Unidos pudieron votar. Más tarde, gracias a la ley de Derechos Electorales de 1965, que eliminó muchas prácticas electorales discriminatorias, las mujeres afroamericanas e indígenas de todo el país ganaron en la práctica el acceso al voto también. Sin embargo, en estas décadas no se logró llegar a la presidencia, salvo la candidatura histórica de Hillary Clinton en 2016.
Para las elecciones presidenciales de 2020, una mujer tuvo nuevamente la oportunidad de postularse, ahora como vicepresidenta junto a Joe Biden. El 7 de noviembre, la noticia finalmente fue oficial: Estados Unidos eligió a Joseph R. Biden como presidente y a Kamala Harris como la 49 ° vicepresidenta del país.
Desde la creación de Estados Unidos, ha habido 48 vicepresidentes. Todos fueron hombres blancos, con la excepción de Charles Curtis, un medio nativoamericano, que ocupó el puesto entre 1929 y 1933.
Todos los vicepresidentes han sido descendientes de europeos, incluidos esclavistas, hijos o nietos de esclavistas, abolicionistas, segregacionistas, cristianos protestantes, defensores del patriarcado, conservadores, católicos, moderados, republicanos, demócratas. Pero todos los 48 fueron hombres.
La llegada de Kamala Harris como vicepresidenta es simbólica e histórica. Kamala es una mujer, una mujer mestiza, de padre jamaicano y madre india que emigraron a Estados Unidos cuando eran jóvenes. Kamala que nació en California, al final de la segregación y al inicio del proceso de integración, se identifica como descendiente afro y asiática en un país que rechaza la mezcla y la negritud.
No será la última
Kamala no es blanca. No es descendiente de europeos, lo que rompe el molde que ha guiado a Estados Unidos. La elección de Harris como vicepresidenta es simbólica al abordar la ideología de la supremacía blanca y el patriarcado predicado por los poderosos durante siglos.
Conoce de primera mano la discriminación, no solo por ser mujer sino por ser mujer de color en una sociedad que te valora y mide sobre todo por el tono de tu piel. Al confirmarse la victoria electoral, Kamala dijo, llena de esperanza y mucha honestidad: «Puede que sea la primera mujer en ocupar este cargo. Pero no seré la última».
Hoy tenemos a la primera vicepresidenta (electa) de color en Estados Unidos. Pero durante esta semana los numerosos comentarios de mujeres blancas en las redes sociales son mesurados y hasta melancólicos. Dejan claro que el aguijón y el dolor por la derrota de Hilary Clinton en su candidatura del 2016 todavía está muy presente. Quizás algunas mujeres creen que tener a una mujer como vicepresidenta es solo «el segundo mejor.
Esta reacción de dolor y sufrimiento levanta mis sospechas, ya que sigue los parámetros de comportamientos expresado por Robin DiAngelo que escribe en su libro White Fragility en términos de por qué a algunas personas blancas les resulta difícil hablar sobre el racismo y peor aún, aceptar que son racistas.
¿Posible primera presidenta?
Considero que, para muchas mujeres blancas y feministas, el trabajo de construir puentes y oportunidades para las mujeres no estaba destinado a que las mujeres de color lo cruzaran primero y gozaran de los resultados de las luchas feministas de hace un siglo.
Quizás también sea el impacto de que, la hija de inmigrantes, mestiza y de color, sea la que rompió el molde patriarcal de los vicepresidentes varones blancos. Es ella y no Hillary quien va a sentar las bases para una presidencia en el futuro. Sin mencionar que la vicepresidenta electa Kamala Harris podría postularse y potencialmente convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos en las elecciones de 2024.
La pregunta que dejo sobre la mesa es: ¿Están las mujeres blancas dispuestas a apoyar a Kamala Harris como vicepresidenta?