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California rica, California pobre: somos número uno

California es rica y pobre. Pero nuestra visión es distorsionada.

Recuerdo una reunión del consejo editorial de La Opinión, diario que dirigí hasta hace 18 meses.

Era mediodía y en la oficina más pequeña de La Opinión tuvo lugar la reunión de endorso, alrededor de una larga mesa. En la cabecera, Kevin de León, el expresidente del Senado de California y entonces candidato a concejal de la ciudad de Los Ángeles. Vino con la esperanza de recibir el apoyo de La Opinión, el mayor diario en español del país.

Le pregunto por sus prioridades una vez en el puesto.

“Antes que nada” – dice sin hesitar – “implementar soluciones para los desamparados”. Habla en español, pero dice homeless, como si la palabra en inglés tuviese un impacto mayor. Los homeless, los sin casa.

Riqueza y pobreza en las calles

Pocos días después, ocupaba la misma silla Mónica García, líder del distrito escolar de Los Ángeles y también candidata al mismo puesto en el distrito 14, pidiendo el mismo endoso.

La misma pregunta, la misma respuesta: primero los homeless, proclama.

Es cierto: los homeless de Los Ángeles jamás fueron tan visibles.

Tanto Kevin de León como Mónica García anuncian la lucha contra la carencia de hogar como su principal y primera prioridad. La Opinión endorsó a De León, que – independientemente de ello – ganó la elección y ahora es concejal.08

A muchos les parece correcto. Un tema urgente. ¿Por qué?

“¡Están en todas partes!”, me dice una colega. Entonces, es porque son visibles. Eso es lo que nos disgusta. Porque están en nuestro patio y nos ensucian el césped, están al cruzar la calle o acostados en el suelo sin dejarnos pasar, o nos dan miedo por sus caras de hollín o su olor a alcohol y desesperación.

Queremos solucionar el problema, sí, pero para no verlo más.

Nos molesta ver el problema

Pero el problema del desamparo y la falta de hogar no es el más acuciante. El problema de California es que es rica y es pobre.

Porque debajo, no a la vista, hay un sector muchísimo más numeroso y que vive una crisis por las mismas razones y varias más. Y si no se perfila una solución a su crisis, el número de homeless será varias veces mayor.

¿Quiénes? Son los pobres que trabajan. Los que ganan algo con el sudor de su frente, pero no lo suficiente como para salir de la pobreza.

Los pobres que trabajan

Porque este es el secreto a voces de California. California es casi el estado más rico y el estado más pobre del país. En ingresos anuales, ocupa el número siete en EEUU.

Pero en pobreza, es el número uno.

California es la capital de la pobreza de Estados Unidos. No solamente por cantidad, sino en relación a la población. Tenemos más porcentaje de pobres aquí que en Mississippi. Louisiana o Florida.

La cantidad de trabajadores pobres que casi lo pierden todo es abrumadora: 7,500,000 californianos.

Lo más chocante quizás es que todo ello suceda en un estado en el que los demócratas poseen la suma del poder, la gobernación y ambas cámaras legislativas, con una supermayoría.

Algo, entonces, está mal. No debería ser así.

Muchos piensan que ya que California es el objeto de odio, saña y cinismo que emana de Trump, debe ser progresista, liberal, justo, igualitario. Preocupado por los que menos tienen.

Me reúno con unos líderes conocidos de la comunidad latina que piden el apoyo del diario que dirijo a una iniciativa electoral. Es importante, explica uno de ellos, porque “todo el país mira a California como el paraíso de los liberales y progresistas”.

Pero California no lo es. La verdad es diferente y no se puede ocultar.

Según cifras oficiales, 13.3% de los californianos, que ganan $24,900 por año para una familia de 4, son pobres y no satisfacen sus necesidades básicas. Otra base de cálculo, que considera la influencia de los programas de ayuda estatales, arroja un 18%. Contra 12% que es la media nacional.

Progresista, liberal, rico, pobre…

En Los Ángeles, el porcentaje de pobres es aún más alto: 23%.

Se diría que no es tan terrible, debido a los altos costos de vivienda de California. Pero este número no toma en consideración gastos de vivienda. Si lo hiciera, sería peor.

Además, otro 18.5% de los californianos vivían muy cerca de la línea de pobreza $36,000 por año por familia de 4), para un total de 36.4%.

Es decir: más de uno de cada tres californianos es pobre.

Repito, California es más pobre que Louisiana, Mississippi… y más rica que 42 estados, con un ingreso promedio anual de $71,805.

La desigualdad más pronunciada en todo el país está aquí.

Pobreza en la comunidad latina

¿Y nuestra comunidad? ¿Y los latinos?

Históricamente, hemos tenido una baja representación en todos los campos: la política, Hollywood, la riqueza, la población universitaria.

Sí, pero no en este «campo». En pobreza, los latinos ocupan el primer lugar.

Uno de cada cuatro latinos viven en la pobreza, contra 18% de los afroamericanos, 16% de los asiáticos y 12% de los blancos.

No se trata de vagos, ni de mantenidos por el gobierno, ni de borrachos ni de drogadictos. Los pobres de California son trabajadores pobres. En el 80% de las familias hay por lo menos un adulto trabajador.

Los números pueden cansar, ya lo sé. Pero describen con exactitud un cuadro que contradice la imagen idílica de California rica y pobre.

Recordemos eso cuando nos llenamos de satisfacción por la diversidad del estado, por la cantidad de latinos en puestos de liderazgo, por la potencia económica.

Tenemos que mirar a California rica y pobre con una luz distinta. Con un nuevo punto de partida. Porque esta situación es insostenible y deberíamos saberlo.

Apéndice: Raíces de la pobreza

¿Por qué hay tantos pobres en California? Algunos motivos:

  • Alto costo de vivienda: aumento constante en los alquileres y pocas leyes que protegen a los inquilinos de dueños inescrupulosos.
  • Estancamiento de los salarios durante los últimos años, exceptuando los muy altos, que han seguido subiendo.
  • Altos precios de la energía, lo que genera enormes problemas a las familias trabajadoras de California.
  • No crecen los empleos en la manufactura. En cambio, han subido en 14% en Arizona, 5% en Nevada y 3% en Texas.
  • Escasos inicios de construcción de nuevas viviendas, entre otras por la gran cantidad de regulaciones y especialmente las asequibles. Los precios siguen disparándose, haciendo imposible para trabajadores comprar casa.

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Autor

  • Gabriel Lerner

    Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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