Chile: Los llorones, coletazos de una gran derrota electoral

Un carnaval de lágrimas protagonizaron al anochecer del miércoles 19 de mayo pasado en Chile los líderes de la ex Concertación/Nueva Mayoría/Unidad Constituyente. Recriminaciones mutuas, cahuines de mate y brasero, rostros enfurecidos y perplejos, descomunales egos nadando con salvavidas desinflados.

El narcisismo herido les salía a borbotones por la mirada. La petulancia, a estas alturas casi cultural, de sentirse los grandes ordenadores del país, los interpretadores naturales de la voluntad popular, los circunspectos administradores fiscales de las dádivas a la extrema pobreza.

Ellos, anticomunistas viscerales, desdeñosos, burlescos y hasta atropelladores con los partidos y grupos de izquierda y las organizaciones de base, pues ellos seguían sin entender que les había pasado por encima una aplanadora electoral y que en los hechos ya no eran nadie, apenas un montón de bufones interpretando tras bambalinas una comedia cerrada por insulsa.

Ellos, que administraron con el talento de perritos falderos la herencia pinochetista. Que intentaron incluso superar en desquiciamiento neoliberal a los mismísimos Chicago Boys. Que normalizaron la desigualdad, la represión, la mezquindad de un Estado que prefirió guardarse las manos en los bolsillos, capitalizando bancos y financieras privadas antes que invertir en salud y educación pública.

Ellos, que siempre buscaron ser validados como líderes socialdemócratas por la venia de la oligarquía conservadora, eje y aspiración máxima de sus sueños líquidos.

Centro izquierda exquisita y caviar, post doctorados en indolencia, contribuyentes teórico-prácticos a las pensiones de hambre de los jubilados, entusiastas para perfeccionar la desigualdad y obsecuentes como nadie ante el patronazgo semifeudal de la derecha chilena.

Lloraron, maldijeron, se victimizaron, como una gran pataleta de párvulos mimados acostumbrados al mejor juguete.

Lo definitivo es que pasó la hora y no inscribieron ninguna candidatura. El gallinero de democratacristianos, pepedés, socialistas, radicales y liberales quedó a mal traer, con picotones en los ojos y abundantes plumas en el suelo.

Las primarias presidenciales del próximo 18 de julio quedaron finalmente compuestas por dos listas. Una de extrema derecha donde competirán Mario Desbordes (RN), Joaquín Lavín (UDI), Ignacio Briones (Evópoli) y Sebastián Sichel (Ind.)

Y una lista de izquierda, en la que competirán Gabriel Boric (Frente Amplio) y Daniel Jadué (Partido Comunista).

Respecto a los «llorones», arrogantes hasta el final, ya cantinflean con imponer candidatura presidencial de manera directa el próximo 21 de noviembre. De dónde sacarán los votos seguirá siendo una incógnita.

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Autor

  • Jorge Muzam

    Escritor chileno. Licenciado en Historia en la Universidad de Chile. Nació en San Fabián de Alico en 1972. Ha publicado ensayos, crónicas y relatos en diversos medios americanos y europeos. Es autor de las novelas Ameba y El odio, y de los libros de relatos La vida continúa y El insomnio de la carne. Todas sus obras han sido publicadas por Sanfabistán Editores. Columnista en HuffPost Voces (EEUU) e HispanicLA (EEUU) y controvertido bloguero político cuya voz independiente se ha expandido a todo el mundo hispanohablante. Se le ha descrito como un autor de pluma corrosiva, provocadora y amarga.

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