Condenar los crímenes de odio: el nuevo desafío para la Justicia de California

“Más importante que enjuiciar es concientizar. Nuestras comunidades deben sanar para poder seguir adelante en forma significativa”

El pasado 23 de agosto, Ethnic Media Services (EMS) organizó una conferencia de prensa con un fiscal de Santa Clara y dos víctimas de ataques por razones de odio pertenecientes a la comunidad asiática. Ambas intentaron, sin éxito, lograr que el estado condenara a sus perpetradores. Pese a este desenlace, los defensores comunitarios continúan insistiendo en la importancia de realizar las denuncias.

Sunita Sohrabji, de EMS, inició el encuentro, remarcando que  “en 2023, las agencias policiales de California denunciaron 1970 delitos de odio, de los cuales sólo cinco fueron a juicio, según la Fiscalía General de California. En 2021 y cuando el estado experimentaba un aumento alarmante de estos episodios, solo un caso llegó a juicio. Las personas de color son, por abrumadora diferencia, el blanco principal de los ataques, mientras que las personas judías, musulmanas y miembros de la comunidad LGBTQ están experimentando un aumento preocupante en los ataques”.

“Los crímenes de odio son notoriamente difíciles de probar, dice el Fiscal General de California, Rob Bonta, haciéndose eco de los fiscales de todo el país. Pero los defensores de la comunidad insisten en la importancia de denunciar los delitos de odio, pese a que las tasas de condenas son bajas”, afirmó Sohrabji.

Sin más razón que el prejuicio

La primera oradora fue Monthanus Ratanapakdee. Su padre fue asesinado por un atacante desconocido y así relató el episodio, ocurrido en San Francisco.

“Hace tres años un paseo mañanero, mi padre de 84 años fue atacado por un hombre que lo tiró al piso y lo golpeó. Mi padre falleció dos días después», explicó Ratanapakdee. «Desde enero de 2021, el detenido está siendo juzgado, acusado de asesinato y de causar una herida a una persona mayor. Pero la justicia ha demorado su fallo hasta hoy”.

-¿A qué se debe esta demora?

-Mi familia piensa que esa demora es para no tener que perseguir un crimen de odio. Creo que la muerte de mi padre debe despertar conciencias y animar a las personas a que denuncien esos ataques.

-¿Qué piensa de la Justicia de California?

-Creo que el sistema judicial debería priorizar los derechos de las víctimas; vale decir, tener un juicio rápido y justo. Continúo yendo a la justicia cada día y preguntando por qué un homicidio demora entre 8 y 10 años para ser juzgado y me dicen que es normal para San Francisco. Hablo con los fiscales para que se considere un crimen de odio lo que pasó con mi padre, pero no lo consideran porque dicen no tener ninguna evidencia.

-¿Por qué sostienen ustedes que fue un crimen de odio?

-Porque cuando vimos el video, el agresor celebró cuando atacó a mi padre. Incluso antes de cruzar la calle le dijo: “¿por qué me estás mirando?” Además, luego de atacar a mi padre fue a su coche a buscar un objeto y volvió. No hubo nada que haya hecho mi padre para justificar este ataque. El juicio sigue sin fecha, pero tenemos una audiencia para este 28 de agosto.

-¿Qué confianza tiene en que lograrán justicia?

-Le dije al fiscal que vamos a seguir presionando para que haya un juicio justo sobre las bases de estas evidencias. La persona que cometió este asesinato debería ser juzgada no sólo por tentativa de asesinato sino por cometer un crimen de odio.

-Además, has creado una fundación…

-Sí, Justice for Vicha Ratanapakdee Foundation es para mantener vivo el legado de mi padre pero también para que la próxima generación entienda que, cuando alguien le falta el respeto a las personas asiático estadounidenses, debe ser juzgada. Pelear por un crimen de odio es algo más que reportarlo, es insistir, ir a las audiencias y exigir justicia. No queremos que nadie más le haga esto a nuestra comunidad y a nuestra generación.

“Creo que el sistema judicial debería priorizar los derechos de las víctimas y tener un juicio rápido y justo. Cuando pregunto por qué un homicidio demora entre 8 y 10 años para ser juzgado, me dicen que es normal en San Francisco. Queremos que la próxima generación entienda que, cuando alguien le falta el respeto a las personas asiático estadounidenses, debe ser juzgada. Pelear por un crimen de odio es algo más que reportarlo; es insistir, ir a las audiencias y exigir justicia. No queremos que nadie más le haga esto a nuestra comunidad y a nuestra generación».
Monthanus Ratanapakdee

Gas pimienta en un bar de San Francisco

Kunni, camarera de un bar en San Francisco, sufrió un violento ataque racista hace dos años.

“Ya era tarde y yo estaba limpiando el baño cuando escuché gritos. Un grupo de personas querían jugar al billar. Les pregunté si podía ver su identificación y no me la mostraron. Les dije lo siento, estoy cerrando. Pero se molestaron, me llamaron “racista” y “perra asiática”. Yo llamé a la policía al 911 y en ese momento, la mujer del grupo me invitó a pelear y me roció la cara con gas pimienta, luego de lo cual me dijo “vuélvete a tu país”, relató Kunni.

-¿Qué dijo la policía al llegar al lugar?

-Me preguntaron qué había sucedido e hicieron lo mismo con los testigos que habían presenciado el episodio. Les mostramos el video a la fiscalía pero el fiscal dijo que esto no era un crimen de odio, que no tenía esa severidad para catalogarlo como tal y era sólo la reacción de una persona  a quien se le había negado jugar al billar. Incluso dijo, “la mujer que presuntamente te atacó”… La mujer sigue libre y sin cargos. Aparentemente no la quieren encarcelar porque tiene un hijo. Siento que la fiscalía no estuvo de mi lado incluso hasta después de ver la evidencia. Fue muy injusto para mí…

-¿Cómo se encuentra ahora y cuál es su situación?

-He asistido al psiquiatra, una vez por semana, para manejar mi ansiedad, pero cada vez que camino por la calle siento miedo, no me siento segura. Esto se llama estrés postraumático y no es muy fácil de sobrellevar…

“Yo estaba limpiando el baño cuando escuché gritos. Un grupo de personas quería jugar al billar. Les dije: «lo siento, estoy cerrando». Se molestaron y me llamaron “racista” y “perra asiática”. Yo llamé a la policía, pero la mujer del grupo me invitó a pelear y me roció la cara con gas pimienta. Luego me dijo “vuélvete a tu país”. Les mostramos el video a la fiscalía pero el fiscal dijo que esto no era un crimen de odio, que no tenía esa severidad para catalogarlo como tal y era sólo la reacción de una persona  a quien se le había negado jugar al billar.. Incluso dijo, “la mujer que presuntamente te atacó”… La mujer sigue libre y sin cargos. Aparentemente no la quieren encarcelar porque tiene un hijo. Fue muy injusto para mí…”
Kunni

Fiscalía de Santa Clara

Erin West ha sido fiscal del Condado de Santa Clara durante 26 años y, según sus palabras, “he desarrollado una sección especializada en crímenes de odio. El condado de Santa Clara toma muy en serio estos eventos. Desde que llega un caso hasta que lo repasamos, tenemos dos personas más para determinar si es crimen de odio o no. No siempre estamos de acuerdo y en ese caso, traemos una tercera persona. Tenemos mucha empatía por quienes sufren por ser atacados de esa forma”.

-¿Cómo definiría un crimen de odio?

-Un crimen de odio es mucho más que un incidente. Tenemos que ver si hubo un sesgo racista o discriminatorio para probarlo. En los casos que se han testimoniado en esta conferencia de prensa, los hubo, ya que el sesgo antiasiático ha sido, en ambos casos, un factor substancial y determinante.

-¿Cómo explica la lentitud de los juicios en San Francisco?

-Es algo inexplicable. Entiendo que estamos en el pos Covid y que las cosas van más lentas, pero eso no puede justificar semejante demora judicial. La celeridad es un derecho de las víctimas y cuando te demoran tanto, sientes que pierdes todo derecho. Esta es una oportunidad para mejorar las cosas, defender a las víctimas y abogar por el cambio. La forma en que las víctimas están siendo tratadas por el sistema judicial, las victimiza más aún.

-¿Tanto cuesta juzgar un crimen de odio?

-Es difícil juzgar crímenes de odio porque hay que probar que alguien lo ha cometido y que la razón fue un sesgo racista o discriminatorio. Y eso no es algo fácil. En Santa Clara logramos ganar algunos casos, pero es deprimente ver las estadísticas del Departamento de Justicia. En 2023, en el condado trajeron 32 casos de crímenes de odio pero sólo consideraron a 20, y ninguno llegó juicio.

-¿Su conclusión?

-Yo pido a la gente que no deje de reportar esos crímenes de odio pese a los bajos resultados. Necesitamos saber cuántos se produjeron, independientemente de cuántos llegan a juicio. Abordar comprensivamente cada caso es fundamental para erradicar el odio. Hay herramientas y estrategias a nuestra disposición. Queremos que nuestras comunidades sanen y puedan seguir adelante en forma significativa.

“Entiendo que estamos en el pos covid y que las cosas van más lentas, pero eso no puede justificar semejante demora judicial. La celeridad es un derecho de las víctimas y la forma en que las víctimas están siendo tratadas por el sistema judicial, las victimiza más aún. En Santa Clara logramos ganar algunos casos, pero es deprimente ver las estadísticas del Departamento de Justicia. En 2023, trajeron 32 casos de crímenes de odio pero sólo consideraron a 20, y ninguno llegó juicio. Yo le pido a la gente que no deje de reportar esos crímenes de odio pese a los bajos resultados. Necesitamos saber cuántos se produjeron, independientemente de cuántos llegan a juicio».
Erin West

 

Policías estadounidenses ¿supremacistas blancos?

La última disertante fue Manjusha Kulkarni, co-fundadora de la Founding Partner Stop AAPI Hate, de la comunidad asiático americana e isleños del Pacífico.

“Soy directora y líder regional contra el odio asiático en Los Ángeles. Los sobrevivientes no encuentran la justicia que buscan y merecen», dijo Kulkarni. «La auditoría de California ha publicado un reporte muy importante sobre la importancia de perseguir crímenes de odio y juzgarlo; pero el auditor estatal encontró tres patrones significativos. El primero es que los oficiales policiales no identificaban a muchos casos como crímenes de odio. El segundo es que el Departamento de Justicia no daba la suficiente capacitación a la policía. Y el tercero es que los fiscales no procesaban los casos como crímenes de odio”.

-¿A qué se debe esta deficiencia policial?

-A que muchas veces, los oficiales tienen reticencia a declarar los crímenes de odio. Generalmente, el odio contra la comunidad asiática o islas del Pacífico no suele ser tan visible como cuando queman una cruz o que alguien va con una esvástica. Pero en Atlanta, cuando un agresor mató a seis mujeres asiático-estadounidenses en un salón, los tres fiscales no lo procesaron como crímenes de odio porque para ellos no hubo evidencia de animosidad. Y eso, muchas veces, es difícil de probar. Si bien es cierto que el crimen contra una persona asiático-estadounidense o de otro país no es necesariamente un crimen de odio, no fue el caso de Atlanta.

-¿Qué dicen sus reportes?

-De los más de 11,000 reportes que hemos recibido, la mayoría no han sido considerados crímenes de odio sino solo incidentes. Para ser un crimen de odio debe haber heridas físicas, amenaza, asaltos, violaciones, homicidios… Pero también puede ser daño a la propiedad, robo o vandalismo… Queremos que los crímenes sean juzgados como tales…

-¿Qué se necesita para que esto se concrete ?

-Se necesita más capacitación para los empleados y una definición de estatutos claros. Uno de los grupos empresariales más grandes de Estados Unidos, hasta hace poco, estaba discriminando laboralmente a los latinos y a personas de color. Gracias a nuestra intervención, eso se pudo mejorar.

-¿Cómo definiría a Stop the Hate?

-El programa ya es parte de todos nosotros y debe continuar. Hay 173 organizaciones que son parte de Stop the Hate. Grupos latinos, asiáticos, musulmanes y judíos, nos apoyan… Stop the Hate es una organización que otorga prevención e intervención directa, servicio de salud mental, capacitaciones y programas de liderazgo… Hay algo más importante que enjuiciar, y es concientizar.

-Se dice que la policía estadounidense tiene un sesgo supremacista blanco…

-Hay muchos policías que son supremacistas blancos, sí; pero tenemos que ser justos con los que no lo son, con quienes están preparados y educados… No voy a decir que el sistema policial de California sea supremacista blanco, pero necesitamos más formación aquí. La educación empodera siempre.

“Generalmente, el odio contra la comunidad asiática e Islas del Pacífico no suele ser tan visible como que cuando queman una cruz o que alguien va con una esvástica. Pero en Atlanta, cuando un agresor mató a seis mujeres asiático-estadounidenses en un salón, los tres fiscales no lo procesaron como crímenes de odio porque para ellos no hubo evidencia de animosidad. De los más de 11.000 reportes que hemos recibido, la mayoría no han sido considerados crímenes de odio sino solo incidentes. Stop the Hate ya es parte de todos nosotros y debe continuar. Hay 173 organizaciones de grupos latinos, asiáticos, musulmanes y judíos que nos apoyan. Hay algo más importante que enjuiciar y es concientizar. Necesitamos más formación en California. La educación empodera siempre.”
Manjusha Kulkarni

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