Desafíos del capitalismo democrático: crisis y peligros
Una perspectiva mundial en medio de la gran turbulencia que vivimos, nos advierte de crisis actualizadas para el sistema democrático de mercado. Varios son los pronunciamientos de economistas en función de alertar contra los peligros de políticos oportunistas.
Las grandes crisis de este siglo
Saltan a los titulares y contenido de la gran prensa mundial los señalamientos respecto al actualizado conjunto de retos que tienen los sistemas democráticos y de mercados. Una de esas voces es la de Martin Wolf (1946 -) comentarista económico principal de Financial Times. En un libro de reciente publicación “Crisis del Capitalismo Democrático” Ed. Deusto (2023) da a conocer lo que considera son factores causantes de esta dinámica que apremia a muchos países, incluyendo desde luego, a las naciones latinoamericanas.
Los contextos más recientes a partir de los cuales se han exacerbado problemas críticos de los sistemas democráticos de mercado, apuntan a dos eventos trascendentales originados en estos primeros años del Siglo XXI: la crisis de las hipotecas de agosto de 2007 que luego desembocó en la crisis financiera última con la quiebra del Lehman Brothers el lunes 15 de septiembre de 2008; y la pandemia del Covid-19, virus detectado en noviembre de 2019, situación que prácticamente paralizó las economías en general durante 2020 y al menos el primer semestre de 2021.
Es cierto, como varios analistas han puesto de manifiesto, se trató de eventos extraordinarios, al estilo de la presencia de los excepcionales “cisnes negros”. Pero también se hace evidente que, en función de crisis económicas y financieras, la última de 2008, lo que tenemos es una secuencia que se vio nutrida por antecedentes: la crisis del “tequilazo” de México, diciembre de 1994; los problemas financieros del Sud Este Asiático en agosto de 1997; la ruptura de la “burbuja tecnológica” en abril de 2000; además de la “crisis de las empresas de tecnología dot.com” en 2002-2003.
Es decir que los eventos de la crisis sistémica financiera de 2008 fueron parte de procesos más o menos concatenados. Si se toma en cuenta que la primera crisis de este tipo, basada en la especulación de derivados bursátiles, se tuvo en 1636 –la de los tulipanes de Holanda- se puede concluir en nuestra incapacidad en cuanto a no establecer mecanismos de prevención, de atajamiento de factores para evitar los grandes costos sociales y económicos globales que estos eventos implican.
Los principales retos que enfrenta el sistema
De conformidad con los planteamientos de Wolf, los principales retos a los sistemas democráticos y de mercado se desarrollan en dos ámbitos principales.
Uno de ellos es el sistema de manejo político basado en mecanismos, instituciones, pesos y contrapesos democráticos. Las actuales tendencias autoritarias retan la estabilidad y dinámica de “auto-regulación” pertenecientes a los sistemas políticos y sus cambios secuenciales. Constituyen un reclamo práctico a los postulados de la obra que escribiera Karl Popper (1902-1994) “La Sociedad Abierta y sus Enemigos” Ed. Routledge (1945).
Ciertamente y ya en la actualidad, estos planteamientos –escritos en plena Segunda Guerra Mundial- son polémicos, requieren de adaptaciones y transformaciones aplicativas a nuestra dinámica de vida dominada por factores que hace 80 años eran difíciles de imaginar: ciberespacio, vertiginosa velocidad de inversiones bursátiles, economías de conocimiento, ventajas competitivas, inteligencia artificial.
De esa cuenta, ante lo que puede ser la desesperación, surgen a veces abrumadoramente, propuestas políticas para los requerimientos. Con los aspectos de similitud y de contraste correspondientes, allí están los ofrecimientos de la izquierda, o en el otro extremo, opuestos regímenes políticos: Polonia, Turquía, Hungría, Rusia, la Argentina de Milei, Brasil, la India o el caso de Estados Unidos bajo la perspectiva de Trump o Biden. Son respuestas que se proyectan en el entramado de esperanzas de una población que anhela aumento de capacidades y oportunidades. Toda una oferta a la carta de promesas o de amenazas debido generalmente a la disfuncionalidad institucional.
En un segundo ámbito está lo económico. Crucialmente importante, en la práctica se están teniendo fuertes cuestionamientos a los sistemas de mercado. Se sabe que estos sistemas basados en el libre intercambio traen ventajas que en general han sido evidentes: promueven una más eficiente y eficaz asignación de recursos productivos; generan competitividad; y permiten la estandarización de la tecnología.
Sin embargo, también, “a lo destapao” se tienen riesgos: concentración de ventajas y exclusión de oportunidades; promoción eventual de déficits de demanda efectiva, con la existencia de sectores vulnerables, pobres e indigentes; y tendencia a que los beneficios sean a corto plazo, además de externalidades negativas incluyendo las que se pueden infringir a sistemas y recursos naturales renovables.
La situación en los países emergentes
En especial en países o mercados emergentes, han ocurrido resultados económicos desalentadores, lentos en crecimiento, con restricción de emprendimientos y empleos productivos. Se evidencia también una desigualdad creciente en diversos países, climas de violencia, inoperancia de la ley, polarizaciones políticas que contribuyen por su lado a carencia de inversión y con ello, pérdida de empleos productivos.
Los desafíos actuales deben enfrentar la violenta polarización que trágicamente se impone en diferentes escenarios –Nagorno Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia; Ucrania y Rusia; el terrible y mortal drama de Gaza e Israel. O las instituciones funcionan, tienen innovaciones –cambios que mejoran- de manera sostenible, o peores y más costosas serán las condiciones de un drama creciente que se impone, con pérdida de vidas humanas y daños mayores a los recursos naturales.