El plástico que destruye océanos: un buque que educa
Un tour bilingüe te ofrece la oportunidad de aprender sobre la vida marina y el impacto de la contaminación humana.
¿Has estado alguna vez en un velero? El Instituto Marítimo de Los Ángeles y la Comisión Costera de California te invitan a subirte a bordo para llevarte a un paseo por la costa del puerto de San Pedro, que te cambiará para siempre la manera de ver el océano.
“Nuestra meta es crear conciencia ambientalista para que tomemos acción personal y reduzcamos la contaminación marina por los plásticos”, dice Mark L. Friedman, director de Educación y Plan de Estudios de Ciencias Marinas del Instituto Marítimo de Los Ángeles, quien personalmente encabeza estas excursiones.
Polución
Durante el paseo, estudiantes latinos de secundaria quienes son voluntarios, muestran con todo detalle a niños y adultos, el impacto de la contaminación del plásticos sobre los organismos marinos.
Enseñan cómo la polución afecta la calidad del agua y los ecosistemas marinos.
Cuándo y dónde
El paseo dura tres horas. Se lleva a cabo un sábado cada mes. Es completamente gratis, con explicaciones en español e inglés. Y sale desde el puerto de San Pedro. Las familias y niños son bienvenidos, pero los menores deben ser mayores de los ochos años, y no pueden abordar si un adulto.
Sin embargo, Friedman dice que todo los días de la semana, el velero sale cargado de estudiantes de las escuelas de Los Ángeles. “Llevamos más de 7,000 estudiantes cada año”, dice.
José Velásquez
José Velásquez, quien es un guía voluntario durante los paseos en el velero, platica que él se animó a participar porque le gusta la misión del velero de educar a las comunidades.
“Muchas personas que viven en nuestras comunidades latinas no están educadas sobre lo que está pasando en nuestros océanos. Nosotros queremos cambiar eso porque la contaminación nos afecta en la vida diaria”, dice José de 16 años, estudiante de la secundaria Ánimo Leadership Charter High School de la ciudad de Inglewood.
“Me gusta mirar la cara de confusión de la gente cuando les explico lo que hacen los pedazos de plástico menores de cinco milímetros al océano y a los animales”, platica.
José cuenta que los popotes que llegan a la mar dañan mucho. “Queremos educar a la comunidad para que no usen popotes, o empleen de bambú o de metal, porque éstos así como los pedazos de espuma de plástico son consumidos por los peces y otros animales”, expone.
“Lo que sucede es que si te comes un pescado u otra especie marina que se ha comido el plástico, tú también te estás comiendo el plástico”, menciona.
Y dice que ellos no solo pretenden educar a los que van a la presentación en el velero. “Buscamos que se lleven esta información y la compartan con sus familias y amigos para que ellos también se eduquen sobre el tema”, observa.
Kevin Zepeda
Kevin Zepeda, un voluntario de 17 años, dice que empezó como intérprete, pero ahora es uno de los jóvenes que enseñan a las personas que se suben al velero.
“La gente se sorprende y se conmueve con la información que les damos. No todos saben del daño que provocan los plásticos”, señala.
“Para hacer un impacto grande, necesitamos unirnos porque con una sola persona no va a poder llevar a cabo un cambio pronto”, menciona este joven quien quiere estudiar biología marina.
“Definitivamente invito a la gente a que venga a este paseo en velero para que conozcan el daño real de los plásticos al ecosistema porque al final eso regresa a nosotros y nos va a enfermar”, expone.
“La gente puede comenzar en sus casas, reciclando y evitando el uso de plásticos que se usan una sola vez y se tiran”, comenta Kevin quien decidió hacerse voluntario del velero, cuando fue a una limpieza de la playa.
Silvia Askenazi, una inmigrante argentina quien fue con una amiga al paseo, comentó que le gustó mucho ver el trabajo de los jóvenes voluntarios.
“Aprendí sobre los problemas ecológicos que tenemos; y hasta de cómo se navega. Ahora voy a pensar más sobre la polución del plástico”, reconoce Silvia.
Para más información se puede visitar http://www.lamitopsail.org o info@lamitopsail.org.
Este artículo fue originalmente publicado en Impremedia.