La apatía electoral en 2024: un reflejo de la desilusión política

Con qué ganas voy a ir a votar, si ya sé quién va a ganar. Así, con desenfado, Consuelo B. les sacó la vuelta a las urnas el 19 de marzo en Arizona. Su martes electoral fue como cualquier otro día: Trabajó, fue por los niños a la escuela, preparó cena y decidió saltarse también su clase de zumba, porque estaba exhausta. En esas primarias, no tenía la energía ni para llenar boletas ni para sacudir el cuerpo. Ella siente que tiene una fatiga crónica, que incluye su cansancio electoral. Y no es la única.

En Arizona hay más de 1.3 millones de latinos elegibles para votar, pero en las elecciones preferenciales presidenciales, solo un porcentaje menor votó. Quizá en noviembre, dicen. Esta vez, nada los motiva. Al contrario, no quieren cargar en los hombros el peso de decidir cuál candidato volverá a la Casa Blanca, porque ninguno los convence y mucho menos los representa. El salvavidas de la democracia será, en este 2024, la contienda local.

En paralelo, hay otro mundo en el que las emociones se exaltan.

La alfombra roja está echada

Los dos candidatos la caminan como flotando, con ese halo que da la seguridad de tener en el bolsillo las nominaciones de su partido. No se esfuerzan. Sonríen y saludan. Se saben victoriosos. Se voltean a ver de frente y ahí es cuando se enfrentan: quién de los dos conquistará un segundo término. La mesa de la revancha está servida.

Se ven a los ojos como si fueran los únicos contrincantes, pero hay un enemigo invisible que podría darles batalla: la apatía electoral. En las asambleas de Arizona, no hubo nada de sorpresa, nada de emoción. Se sabía desde antes que era solamente parte del protocolo, un requisito que cumplir por la democracia, pero nada más.

El problema es ahora emocionar a los millones de votantes que voltean a ver el menú y no se les antoja nada, no se ven representados, no se sienten vistos; de hecho, se sienten un poco burlados por las opciones tan precarias que hay para gobernar uno de los países más importantes del mundo… una potencia que parece desmoronarse desde la cima. Para Consuelo, solo sangre nueva podría motivarla a volverse a involucrar en la vida cívica como lo hizo en las elecciones anteriores. Ahora le pesa más el hartazgo.

El voto de los jóvenes puede hacer la diferencia

Pero el voto Latino, joven, de las minorías, de las generaciones, de los nuevos votantes, será el que marque la diferencia. Esto no lo digo a la ligera, lo he visto. Desde la SB 1070, en el 2010 en Arizona, el panorama político ha cambiado muchísimo gracias a ellos.

Los jóvenes son el motor de la democracia. No permitirán que se pierda el avance por el que han luchado tanto los últimos 14 años. En su agenda ya no se prioriza un candidato, sino el poder político que podría extinguirse con la indiferencia que acarrea la falta de opciones y representación. No están dispuestos a retroceder. Nosotros tampoco. Faltan poco más de siete meses de mantener una llama encendida y avivarla, a pesar de los muchos vientos que soplan para apagarla. La apatía electoral puede ser el mejor aliado del estancamiento social… y cuando el agua no se mueve, bueno, apesta.

Autor

  • Maritza Félix

    Maritza Lizeth Félix es una periodista, productora y escritora independiente en Arizona. Nació en Magdalena de Kino, Sonora, México. La frontera ha sido su hogar y su inspiración por más de 15 años. Su trabajo ha sido publicado en importantes periódicos de Estados Unidos, México y otros lugares del mundo, así como en las principales cadenas de televisión de habla hispana Univisión y Telemundo. Actualmente trabaja de manera independiente para la Organización Editorial Mexicana, Channel 4, Proyecto Puente, Uniradio Noticias, Telemax y Prensa Arizona. Fue reportera en el documental “Misterios de la Fe”, de Discovery Channel y fungió como productora del documental de la frontera de Estados Unidos y México para la serie televisiva “The Wall”, un trabajo investigativo mundial realizado por Rondo Media, del Reino Unido. También ha sido productora de proyectos especiales como coberturas políticas, electorales y de inmigración para Al Jazeera y fue la productora de investigación en el galardonado reportaje “Risking It All For America – Riding The Train Of Death”, de Channel 4 en Inglaterra. En 2011 fue nombrada por Chicanos Por La Causa como una de los “40 Líderes Hispanos menores de 40 años” en reconocimiento a su trabajo periodístico e influencia en el estado. Félix ha ganado cinco premios Emmy y fue la primera ganadora del premio a la “Mejor Crónica Escrita en Estados Unidos”, de Nuevas Plumas. También ha recibido múltiples galardones del Arizona Press Club por sus reportajes. En 2012 y 2013, la revista Phoenix New Times la nombró como la “Mejor Periodista de Habla Hispana” en Arizona. Maritza está felizmente casada y es mamá de unos mellizos curiosos que retan y alimentan su imaginación todos los días y llenan su vida de alegría, amor y carcajadas.

    Ver todas las entradas

Mostrar más
Botón volver arriba