La carta china de Centroamérica

En estos días se expande la presencia china en América Central y Honduras está a punto de entablar relaciones con la potencia

La asunción de la Presidencia por Xiomara Castro el próximo 27 de enero en Honduras concretizará la apertura de relaciones con la República Popular China.

Honduras, Nicaragua, Costa Rica…

En diciembre pasado Nicaragua rompió relaciones con Taiwán para establecer relaciones con China Continental; en Costa Rica, las relaciones sino-costarricenses datan desde 2007. En Panamá, desde la apertura de relaciones en 2017, China es el segundo usuario del Canal, a distancia del primero, Estados Unidos (EE.UU.), y es el principal proveedor de mercancías de la Zona Libre de Colón, la zona franca más grande de América y la segunda del mundo.

En El Salvador, la apertura de relaciones diplomáticas con China se intensificó con la visita de Nayib Bukele en diciembre de 2019, donde fue investido con un Doctor Honoris Causa por la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, y con ayuda no reembolsable para la construcción de Biblioteca Nacional, Estadio Nacional, tren del Pacífico y aeropuerto en Oriente.

Últimamente se ha resucitado la construcción china de un canal interoceánico en Nicaragua. Proyecto inviable por la profundidad del Lago de Nicaragua (máximo de 26 metros) y Río San Juan (3 metros), pues para que naveguen barcos de alto calado por un canal se necesitan 30 metros de profundidad, pero sobre todo por el proceso de azolvamiento de tierra y otros materiales que obstruyen el paso del agua y hacen imposible construir un canal.

Como ruta marítima liviana y ramal de su proyectada Ruta de la Seda, este canal reviste interés para China, que haría una explotación más productiva del transporte fluvial.

El Golfo de Fonseca

Este panorama refleja la expansión china en Centroamérica, donde resta Guatemala, y visualiza un punto geoestratégico cardinal en Latinoamérica: el Golfo de Fonseca.

El Golfo de Fonseca

Ubicado en el ombligo del continente, es una zona de gran potencial pesquero y atunero, con la potencialidad de su lecho marino rico en gas natural y probablemente petróleo.

Pero su valía se mide por su importancia militar y cercanía al territorio de Estados Unidos.

Por ello no es extraño que ciudadanos sino-salvadoreños hayan adquirido buena parte de la Isla Perico y otras propiedades e islotes aledaños con el objetivo de marcar presencia china en la zona.

Respecto al conflicto honduro-salvadoreño por la salida al Pacífico, que ha llevado a que El Salvador desconozca el Tratado honduro-nicaragüense que da una salida al Pacífico a Honduras a través del corredor marítimo nicaragüense, China tendría interés en resolver este conflicto. Actuando como hermano mayor podría ejercer como consejero de los tres países para que logren un consenso.

El principal obstáculo son las islas salvadoreñas, especialmente Zacatillo, que “tapan” cualquier salida al Pacífico de Honduras y que invalidan las 12 millas marítimas de soberanía de los islotes catrachos. Sin disparar un tiro, China se podría asegurar el Golfo de Fonseca.

Requerirá de habilidad y sabiduría de la diplomacia salvadoreña manejar esta compleja situación. Deben tener en cuenta que China es el país más antiguo y a la vez continuo del planeta, con un concepto del tiempo radicalmente distinto al de Occidente, que se extiende a la magnitud de sus obras materiales. Le dan un toque de eternidad a su historia, que no se mide por años, generaciones y siglos, sino por dinastías y eras.

Como dice el proverbio: “Si no es posible en este milenio, lo será en el próximo”.

Autor

  • David Hernández

    David Hernández (1955). Poeta, escritor y periodista salvadoreño. Formó parte del grupo literario “La Cebolla Púrpura”, fundado por jóvenes escritores de El Salvador.

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