La guerra de Trump y sus paralelismos históricos

Hay un elemento en común entre la guerra de Trump y la de Hitler

Los que pactaron con Hitler en 1938 y 1939 estaban convencidos de que cumpliría con sus promesas de no invasión y se quedaron con un palmo de narices y una situación que los arruinó. Los que fueron a buscar a Trump como el primer ministro Trudeau de Canadá (que ya no está) y pensaron que habían resuelto el tema, finalmente se dieron cuenta de que habían caído en el engaño, o ¿será un autoengaño?

La guerra del dictador

Las teorías de la guerra suponen que en la misma hay ganancias específicas, económicas, políticas, simbólicas. Pero escuchando en algunos de los medios en Estados Unidos, destaca la pregunta de ¿para qué?, acompañada de ¿qué busca?

Poco a poco el panorama se va aclarando.

Hitler quería crear un régimen que durara mil años, y para eso necesitaba recursos naturales y mano de obra esclava, la que consiguió con muchos que al dejar de ser útiles los asesinaba, aunque su política de exterminio de supremacía racial fue contra intuitiva, porque desperdició trabajo útil. Su megalomanía guió mucho de su propósito bélico.

Trump sueña con erigirse como gran visir del mundo y ha desatado una guerra para que el resto de los países se arrodillen ante él. El castigo impuesto, que afecta sociedades alrededor del mundo, pondrá en la picota a una buena parte del liderazgo mundial y podrá abrir la puerta a líderes que alimenten su anti estadounidismo para lograr el poder.

Muchas voces anuncian un aumento en la inflación mundial a partir de la imposición de aranceles, también anuncian una posible recesión.  Trump supone que con los aranceles logrará grandes ganancias fiscales, tal vez encuentre que incentivó procesos económicos que en realidad trastocan la dinámica económica y geopolítica existente.

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¿Qué pasará si estos países deciden no vender ni comprar en Estados Unidos y se empieza a generar dinámicas comerciales nuevas como la que inician China, Japón y Corea del Sur? ¿Si se refuerzan los proyectos regionales como Mercosur, o si las economías del sureste de Asia deciden alejarse también del mercado estadounidense?

Hay economías como Vietnam, cuyo gobierno que ofrece eliminar las tarifas pero necesitará algo a cambio.

Si más países siguen el ejemplo de Vietnam y negocian la reciprocidad, entonces fracasará el propósito de Trump. Fiscalmente puede no producir los números buscados y tendrá que revisar los cortes de impuestos que benefician a la oligarquía que a final de cuentas es la que manda.

Los aranceles de Trump y sus efectos

Cuando se dispara una energía sin conocer los efectos que causará o las dinámicas que impulsará, se puede encontrar efectos inesperados y algunos indeseados. Es posible que los aranceles aumentarán la inflación en Estados Unidos y esta inflación se exportará a los países que importan sus productos, y esto encarecerá productos que pueden llegar a Estados Unidos, creándose una espiral difícil de detener.

Si además se dispara la recesión, podríamos llegar a la estagflación (estancamiento con inflación) y eso entre otras cosas, enterraría el sueño megalómano de Trump de quedarse en la presidencia otro período y consolidar su dominio mundial.

Trump leyó mal o no entendió las cifras del comercio internacional. Muchas de las actividades intra firma se contabilizan como importaciones-exportaciones nacionales, como en el caso de México, pero eso es incorrecto, el déficit comercial de Estados Unidos se debe a operaciones de empresas de Estados Unidos, por lo cual castigar a las exportaciones “nacionales” de otros países, difícilmente se puede justificar.

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La otra señal que leyó mal Trump es cuánto tolerarían los estadounidenses la brutalidad de sus acciones. Mientras la inflación parece repuntar, al parecer solamente la Ford en una jugada brillante baja sus precios para liquidar su inventario, pero hay empresas automotrices que están parando producción.

El 5 de abril hubo movilizaciones en unas 1,200 ciudades, incluidas algunas consideradas republicanas. Las agresiones contra Musk se llevaron a las salas de ventas de Tesla. Las presiones contra Musk desde la gente que quema coches hasta sus inversionistas están aumentando. Si logran sacarlo del gobierno será una derrota para Trump.

Los demócratas han despertado de su letargo y están montándose en la ola de protestas y de continuar los despidos y aumentos inflacionarios, cada día habrá más descontentos con un potencial impacto político.

Estamos en la antesala de las elecciones primarias para la elección de 33 senadores y 435 congresistas. Un senador texano ya dio muestras de preocupación y de seguir así Trump hay una elevada posibilidad de que su sueño se convierta en guajiro.

Hay quién se une a la guerra sin tener mucho que ganar. Es incomprensible que México esté imponiendo aranceles a China, a menos que eso haya negociado para un respiro momentáneo de Trump, no vaya a ser que el gobierno mexicano se lleve un golpe de realidad.

Autor

  • SAMUEL SCHMIDT. Research Fellow en LLILAS, University of Texas, Austin. Miembro fundador del Instituto para Estudios del Futuro. Pos doctorado en Historia Latinoamericana por la Universidad de California en Los Angeles, Dr. En Ciencia política por la UNAM. Maestría en Ciencias Sociales, Universidad Hebrea de Jerusalén. Autor de 52 libros, más de 1,000 artículos. Creador de los conceptos crimen autorizado, tejido político, estado suplantado. Experto en humor político, análisis de redes políticas y crimen autorizado o la relación entre crimen y política.

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