España a la derecha, por Jorge Muzam

Los diarios chilenos andan efervescentes por el triunfo de la derecha española y han dedicado amplia cobertura al suceso.

Propiedad, en su gran mayoría, de dos grandes consorcios empresariales ligados a la ultraderecha católica, han visto con muy buenos ojos este desbande del desteñido socialismo ibérico.

Mi percepción es que este castigo electoral pudo haberle tocado a cualquiera. La economía capitalista es cíclica, y los gobiernos de derecha o izquierda no hacen más que provocar el aceleramiento de estos ciclos, con sus correspondientes simas económicas.

Retratar la derecha es relativamente fácil. No importando el ropaje con que se vistan, siempre gobiernan de la misma manera, abriéndole la puerta de los privilegios al gran empresariado y cortando beneficios sociales a la población más vulnerable. La izquierda, al menos en las últimas dos décadas, no lo ha hecho muy diferente, en su afán por congraciarse con los esquivos dueños del capital.

Le he comentado a mi amiga española, Concha Pelayo, que estas acentuadas variabilidades electorales suelen acontecer en momentos de incertidumbre y pobreza material y espiritual de la población. Las personas comunes, las más temerosas al menos, suelen comprar el vistoso pasaje que va hacia la derecha. Lo hacen, en parte, como un castigo a sus antiguos ilusionadores de izquierda, más que permitiéndose a sí mismos nuevas ilusiones.

De cualquier forma, tengo la certeza de que los millones de ciudadanos-electores españoles, chilenos, argentinos o estadounidenses, siempre andarán tropezando, de desilusión en desilusión.

El mundo actual está hecho sólo a la medida de los grandes especuladores del capital, y el resto simplemente que se joda.

Autor

  • Jorge Muzam

    Escritor chileno. Licenciado en Historia en la Universidad de Chile. Nació en San Fabián de Alico en 1972. Ha publicado ensayos, crónicas y relatos en diversos medios americanos y europeos. Es autor de las novelas Ameba y El odio, y de los libros de relatos La vida continúa y El insomnio de la carne. Todas sus obras han sido publicadas por Sanfabistán Editores. Columnista en HuffPost Voces (EEUU) e HispanicLA (EEUU) y controvertido bloguero político cuya voz independiente se ha expandido a todo el mundo hispanohablante. Se le ha descrito como un autor de pluma corrosiva, provocadora y amarga.

    Ver todas las entradas

Mostrar más

11 comentarios

  1. Descontento, protestas callejeras,votos de castigo a los grupos gobernantes ( de izquierda o de derecha), me parece que no es otra cosa que el gran «movimiento que por años ha permanecido en estado larvario, (con mucho respeto cito a don Gabriel Salazar, historiador chileno)», y que refleja el hastío de la gente con el sistema económico y social que sólo los ahoga y aumenta cada día mas las diferencias entre muy pocos que lo tienen todo y el resto que aporta su trabajo y sacrificio, pero que cada vez tienen menos o no tienen nada.
    Buen tema ha tocado amigo Muzam.

  2. Curioso. Gana la derecha y el famoso movimiento de los indignados pareciera sólo existir en algunos medios y en las redes sociales. Porcentualmente la abstención es la misma de siempre y nulos y blancos apenas crece. No se parece en nada a Chile visto a la distancia.

  3. Tras presenciar el desalojo por insalubres, y luego las golpizas policiales contra los «Indignados» en la plaza de Cataluña, me pregunto quienes son los que tienen el espíritu realmente insalubre, infesto, corrompido por los gusanos del poder.

    Desde aquí todo mi apoyo a los Indignados. Y a sumar fuerzas, a no detenerse, a no claudicar, que ni a derechas corruptas ni a izquierdas inoperantes y vendidas les debemos nada.

    Abrazos de un Indignado chileno.

  4. «Incertidumbre y pobreza material y espiritual de la población.» Muy cierto, Jorge. Los españoles andan indecisos y atolondrados y no han sabido ver lo que esos miles de jóvenes reivindican ocupando las plazas de todas las ciudades y pueblos de España. Es verdad que el éxito o fracaso de los Gobiernos es cíclico. Suben y bajan a merced del tiempo y del desgaste. A merced de los abusos que van comentiendo a medida que avanza el mandato. De todo eso ya estábamos hartos. Yo creía que TODOS, TODOS LOS ESPAÑOLES estaban hartos de esta forma de gobernar, del bipartidismo de PP y PSOE y, para mi sorpresa y desencanto, la derecha gana por mayoría. Pese a todo, creo que estamos en las puertas de una nueva era mundial más razonable y justa que contribuirá a erradicar el hambre en África. Sólo deseo que el movimiento reivindicativo de estos jóvenes vaya contagiando a la población en general. Sé que es muy difícil porque el PP, a punto de entrar en la Moncloa, tiene un electorado fijo y comprado. En cualquier pueblo o ciudad donde gobierna la derecha, se conocen con nombres y apellidos, quiénes son los que ocupan cientos, miles de puestos de trabajo. Amigos, amiguetes, parientes próximos o lejanos. Se sitúa a un buen número de ciudadanos en determinados puestos y ya está conseguido el voto multiplicado por tres, cuatro o cinco, dependiendo de los miembros de la familia. Esa es la táctica que ha seguido también la izquierda, con la diferencia de que ésta castiga como ha hecho ahora. Muchos votantes de la izquierda o han votado PP, o se han abstenido.
    Tengo poca confianza y creo que el PP, tarde o temprano fracasará también si no cambian radicalmente.
    En España, como todos sabéis, están transferidas la mayoría de las competencias a las Comunidades Autonómicas lo que quiere decir que cada Gobierno maneja sus recursos a su antojo sin que el Gobierno Central ose meter las narices. Quiero decir que cada Autonomía es responsable de la buena o mala marcha de su comunidad y del bienestar de sus ciudadanos. Mi comunidad, Castilla y León, feudo del PP desde tiempos, casi, inmemoriales, pierde población día a día, el paro es escalofriante, y el malestar notorio. Sin embargo, los votantes se dejan engañar y echan la culpa a Zapatero, (ojo, que Zapatero ha hecho las cosas rematadamente mal) pero él no es culpable de lo que ocurre en cada Autonomía. Para resumir, los gobiernos del PP, pese a los caso de corrupción, pese a los imputados que iban en las listas, han ganado por goleada. Sin embargo los gobiernos del PSOE, como Barcelona, Andulicía o Castilla La MANCHA, han sido castigados duramente.
    Pese a todo, los españoles debemos esperar a que el enemigo pase por nuestra puerta para verlo caer. Para que caiga el bipartidismo y surja un nuevo orden.
    Disculpad mi larguísima perorata.
    Si me he hecho entender me daré por satisfecha.

  5. Voto castigo al partido de Rodríguez Zapatero, así se tituló en la mayoría de los peródicos y noticieros. Después de haber depositado tantas experctativas esperando un cambio nos encontamos con tamaña desilusión.. Esa falta dolorosa lleva al electorado al voto bronca o castigo, en este caso no impulsa al sufragio la necesidad de cambiar el rumbo sino de aleccionar. No se está perdonando a la derecha sino diciéndo a «vos NO». ¿Lo habrá entendido así? Desde acá lo interpretamos de ese modo, porque así procedemos.

  6. Ya vimos que es una sociedad profundamente desencontrada cuando se planteó el intento de investigar los crímenes de la era franquista.
    Al atrevido Garzón lo apagaron a martillazos por meterse con los intocables. Y como revancha se ventiló el supuesto aura genocida de Santiago Carrillo.
    Sólo espero que este nuevo proceso sirva de algo para alivianar la pesada mochila de los parados españoles.

  7. Descontento callejero, protestas, reivindicaciones justas. Las cosas no están bien en España. Zapatero, al parecer, se perdió en el camino democrático y social (el justiciero Obama andaría por las mismas si no es por el fiambre de Bin Laden). Una elección reciente donde los socialistas españoles son castigados (era que no si son gobierno) y el resto de la izquierda brilla por su ausencia. La derecha más recalcitrante del mundo -a imagen y semejanza de la nuestra, la chilena-, celebra su triunfo, haciendo suyo el descontento. Se frotan las manos para la próxima elección. ¿Darán cabida a todo ese descontento callejero? ¿Lo harán suyo? ¿Traerán justicia, trabajo y equidad? ¿El espíritu de San Francisco Franco les allanará el camino?

    Con conocimiento de causa, qué manera de dolerme España.

  8. Qué de cosas dices Muzam. Es que acaso El Siglo, o Cambio 21 o El Mostrador son de derechas? Si los españoles se aburrieron de la incapacidad de los socialistas para sacarlos adelante es cosa que solamente ellos sabrán resolver. Recuerda que con Aznar la cosa estaba mucho mejor y que de no haber sido por la tontería inculpatoria del 11M habría salido por la puerta ancha del gobierno, y hasta con sucesores de la misma línea.
    Y recuerda que ningún gobierno anterior pudo crear casi 500.000 nuevos empleos en un año como lo hizo nuestro actual gobierno. Piñera sí sabe hacer avanzar al país.
    La derecha es la única que sabe gobernar al mundo, Muzam. Para gobernar se necesita orden y tener las cosas claras, y no pura corrupción solapada y buenas intenciones ante las cámaras.

  9. La derecha ha demostrado que trabajo no trae y equidad menos! La izquierda nos ha desilucionado. ¿Qué queda? Inventar nueva ideología o seguir en las mismas.

  10. Normalmente los argumentos que se esgrimen para denostar a una tendencia ideológica no hacen más que provocar en la contraparte el deseo de al menos un empate moral.
    A estas alturas del siglo XXI la población mundial está despertando de tanta ingenuidad y ya no le cree a nadie ni está dispuesta a seguir construyendo un mundo en base a subterfugios maniqueos.
    Tal como hablas de la desilusión irremediable con que tropezarán los electores, y con lo cual concuerdo, creo que debieras sumar un nuevo escalón y hablar de ese difuso «qué vendrá después».
    Saludos Muzam

  11. Amigo Jorge, las derechas e izquierdas en la politica mundial fueron aplastadas bajo el muro de Berlin. En su pais, Bachellet hizo una politica liberal a pesar de venir de la izquierda, en Brasil, Lula y Dilma estan en la misma linea, y en España, recuerdo a Felipe Gonzalez del PSOE, rodeado de escándalos de corrupción y terrorismo de estado (GAL), y si fuera poco, al final de su mandato las condiciones de la economía española eran objetivamente malas, (parecidas a las actuales): 3,5 millones de parados (22% para aquella epoca), una deuda de 360.000 millones de euros y un alto nivel de inflación.
    No me preocupa para que lado sopla el viento, mientras traiga trabajo y equidad.

Botón volver arriba