Tortura: Inmigrantes en celdas de aislamiento (parte 3)

La mayoría de los detenidos, que en muchos casos experimentan consecuencias psicopatólogicas, están en una red innumerable de centros de detención privados y gubernamentales 

Es una verdadera incógnita determinar con exactitud cuántos inmigrantes indocumentados están detenidos en el enjambre de centros de detención que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, sigla en inglés) mantiene a lo largo y ancho de Estados Unidos. Pero de acuerdo al reporte “Pesadilla sin fin: tortura y trato inhumano en régimen de aislamiento en centros de detención de inmigrantes de Estados Unidos”, preparado por Physicians for Human Rights y Harvard University, se estimaba que en 2023 había alrededor de 35,000 hombres y mujeres.

Cárceles gubernamentales y privadas

Algunos están en centros de detención de ICE o en cárceles estatales que han sido contratadas por la agencia federal. Otros, en cárceles privadas.

Estados Unidos mantiene el sistema de detención de inmigrantes más grande del mundo, deteniendo a decenas de miles de personas en una red de instalaciones, incluidas aquellas administradas por corporaciones penitenciarias privadas, cárceles de condado, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, siglas en inglés), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR)”, dice el reporte de Physicians for Human Rights que cubre el período de 2018 a 2023 y que es la base de esta serie. “Al momento de escribir… ICE está deteniendo a más de 35,000 personas, incluidos residentes de larga data en los Estados Unidos, personas que buscan asilo y sobrevivientes de trata o tortura”.

Ya sea que estén en cárceles y prisiones de agencias gubernamentales o en centros de detención de corporaciones privadas contratadas por el gobierno, lo que más preocupa es el trato que reciben estos hombres y mujeres que han llegado a Estados Unidos en busca del American Dream escapando la miseria económica, la persecución política y desastres naturales. Muy preocupante porque, como se ha sugerido, este trato en algunos casos puede llegar a ser caracterizado como tortura. Al menos esa es la conclusión de la investigación de un funcionario de las Naciones Unidas.

Aislamiento

De particular preocupación son los migrantes que son enviados a celdas de aislamiento por tiempos prolongados con las consecuencias físicas y psicológicas que esto implica. Aislamiento que, como el reporte indica, a veces dura no solo días sino meses y, hasta en algunos casos, años.

A pesar de las dificultades que implica cuantificar este fenómeno, el reporte de Physicians for Human Rights logró documentar 14,000 casos que, entre 2018 y 2023, fueron enviados a celdas de aislamiento..

“Estas internaciones duraron un promedio de 27 días, muy por encima del período de 15 días que constituye tortura, según lo define el Relator Especial sobre la Tortura. De hecho, con una duración media del confinamiento de 15 días, casi la mitad de los internamientos registrados excedieron los 15 días y muchos internamientos duraron mucho más…”, dice el reporte. Más específicamente, se determinó que casi la mitad de los casos de aislamiento duraron un promedio de 15 días. 42 llegaron a ser de más de un año y 682 por lo menos 90 días.  

Centros de detención privados

Es de destacar que la mayoría de estos aislamientos se dieron en centros de detención de corporaciones privadas.

Aparte del caso de una mujer que estuvo más de dos años en aislamiento en Otay Mesa Detention Center y otro migrante que estuvo 567 días en el mismo lugar, también está documentado un caso en la Denver Contract Detention Facility, en Colorado, en donde un inmigrante estuvo 652 días aislado.

A la lista de casos extremos de migrantes en celdas de aislamiento hay que agregar al Buffalo Service Processing Center, en New York, en donde un migrante estuvo 652 días, al Northwest ICE Processing Center, en el estado de Washington, con tres casos de 637 días, 559 y 550 respectivamente, y a Eloy Federal Contract Facility, en Arizona en donde un detenido no identificado estuvo 526 días aislado.

Lo más grave es que 25% de los migrantes que son enviados a celdas de aislamiento por más de un año tenían problemas de salud mental. Y ese era el caso de casi un tercio de los que estuvieron más de 90 días.

Consecuencias del aislamiento

Las consecuencias psicopatológicas del aislamiento han sido exploradas en diversos estudios. De ellos se puede concluir que quienes experimentaron el tipo de aislamiento discutido en estos reportes, probablemente sufren, en una mayor o menor medida, de diversas formas de trauma.

Justin Strong, por ejemplo, estudió a 14 detenidos que estuvieron en celdas de aislamiento de la Massachusetts Correctional Institution at Walpole. Más específicamente, estos detenidos le habían iniciado un juicio al Departamento de Correcciones por considerar que la detención en celdas de aislamiento, que eran de alrededor de 6 pies por 9 pies, constituía una violación de la Octava Enmienda constitucional que prohíbe el castigo cruel.

Las observaciones reportadas aquí sugieren que el confinamiento solitario rígidamente impuesto puede tener efectos psicopatológicos sustanciales, y que estos efectos pueden formar un síndrome clínicamente distinguible.

En el estudio de Strong se concluye que entre los detenidos en Walpole se detectó diversas manifestaciones del síndrome. Entre ellas, alteraciones sensoriales que incluía distorsiones de la percepción; ideas paranoicas; fantasías agresivas primitivas; y alteraciones de la memoria y la atención.

Algunos casos son más severos que otros. Lo que es un común denominador es que las consecuencias psicopatológicas son de por vida.

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Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California y administrados por la Biblioteca del Estado de California.

Autor

  • Nestor M. Fantini, M.A., Ph.D. (ABD), is an Argentine-American journalist, educator, and human rights activist based in California. Since 2018, Fantini has been co-editor of the online magazine HispanicLA.com. Between 2005 and 2015 he was the main coordinator of the Peña Literaria La Luciérnaga. He is the author of ´De mi abuela, soldados y Arminda´ (2015), his stories appear in ´Mirando hacia el sur´ (1997) and he is co-editor of the ´Antología de La Luciérnaga´ (2010). He is currently an adjunct professor of sociology at Rio Hondo College, Whittier, California. As a refugee and former political prisoner who was adopted as a Prisoner of Conscience by Amnesty International, Fantini has dedicated his life to promoting the memory of the victims of state terrorism of the Argentine civil-military dictatorship of the 1970s and is currently coordinator of Amnesty International San Fernando Valley. Fantini graduated from Woodsworth College and the University of Toronto. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Néstor M. Fantini , M.A., Ph.D. (ABD), es un periodista, educador y activista de derechos humanos argentino-estadounidense que reside en California. Desde 2018, Fantini es coeditor de la revista online HispanicLA.com. Entre 2005 y 2015 fue el coordinador principal de la Peña Literaria La Luciérnaga. Es autor de De mi abuela, soldados y Arminda (2015), sus cuentos aparecen en Mirando hacia el sur (1997) y es coeditor de la Antología de La Luciérnaga (2010). Actualmente es profesor adjunto de sociología, en Rio Hondo College, Whittier, California. Como refugiado y ex prisionero político que fuera adoptado como Prisionero de Conciencia por Amnistía Internacional, Fantini ha dedicado su vida a promover la memoria de las víctimas del terrorismo de estado de la dictadura cívico-militar argentina de la década de 1970 y actualmente es coordinador de Amnesty International San Fernando Valley. Fantini se graduó de Woodsworth College y de la Universidad de Toronto.

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