Tres poemas de Masiel Monserrat
Ceniza
Durante la noche,
las formas se balancean,
la luna se abre
rebanando las horas,
el dominio,
las lenguas.
El ojo,
al fondo de la noche,
agita las jaulas,
se derrama como agua sobre el vientre,
sobre el hueco,
sobre el filo de la luna,
nubes;
hormigas en la boca,
espinas unidas en pares,
geometría extraída del cuerpo,
incendio.
En la punta, dos hilos divididos.
Nadie elige su lugar,
mitades de rostros se tiran al fuego,
atraviesan,
sobreviven,
suben en círculos de humo.
Mother,
listen to my prayer,
escucha mi plegaria.
Sílabas escapan de mi boca,
se vuelven ruido en medio del desierto.
PRAYER/ORACIÓN
Yo me planto
ante los siglos
como un árbol
gigantesco
aún con hojas
aún con savia
mi lengua
esconde
un millar de historias
mi lengua
sangra
como han sangrado
bastantes pueblos
tierra
cielo
sangre
hay en mi lengua.
Lengua española
lengua nativa
colonizada
lengua mestiza
crucificada
lengua cruzada
densa
mojada
lengua latina
lengua chicana
lengua inmigrante
en movimiento
como serpiente
en la frontera
como nahual
o un coyote
en la frontera
sobreviviendo
ella me guía
ella mi cuerpo
estallando
entre mi boca
ruidosamente
ella mi fuego
el viento esconde
la tierra tiembla
justo en mi boca
el mar se abre
mi lengua
un ser antiguo
en el desierto
ella en Nepantla
ella creciendo
entre la niebla
como la hierba
Madre
I come to you
Mother
Yo vengo a ti
con mi nombre sobre mis manos
Nejua notoka Masiel Corona
Madre Tonatzin
I come to you
Coatlicue
con la voz del águila sobre mi lengua
con una flor roja sobre mi vientre
Mother
I come to you
te veo en mis grietas
te siento en mis espinas
te llevo en mi boca
que erosiona
mi lengua, madre,
tú
diosa roja
luna,
noche
culebra
fuerza
sacrificio
renacimiento
tú
yo
muerte
camino
ascenso.
SHAMAN WOMEN
Ay, qué bonito es volar,
y a las dos de la mañana,
y a las dos de la mañana,
ay, qué bonito es volar,
ay, mamá…
“La bruja”
Anónimo
Entre plegarias y peticiones,
the Healers, las curanderas:
the shaman women,
con su voz abren el cuerpo del enfermo.
La cura está en el vibrar de su lengua,
en el pirúl, la ruda, la jarilla, y el tepozán.
La calentura se baja untando manteca
y cominos en la pancita del enfermo.
El espíritu de aquella niña
lo tiene ido por el espanto,
bebe agua,
spits it on the baby’s face,
grita su nombre tres veces
devolviéndole el color al cuerpo.
La niña ha dejado de llorar,
se canta para sanar.
Una semilla de amaranto
casi muere en la hoguera de la ciencia.
Ellas escuchan el llanto para entender la enfermedad,
ellas rezan para hallar el canto que nos cure.
Nuestra medecina siempre estuvo primero.
The chant was born to heal:
El canto ha nacido para sanar.
Masiel Monserrat