Acoso escolar: caldo de cultivo para la “cultura del odio”

En un momento en que las relaciones raciales están al límite, los casos de “bullying” crecen de manera preocupante en las escuelas de California. Ethnic Media Services propuso una conferencia de prensa para debatir este tema

La directora de Ethnic Media Services, Sandy Close, abrió la conferencia de prensa diciendo que el “bullying” en la escuela “parece inevitable. Sin embargo los jóvenes que son víctimas o han acosado a otros, dudan en compartir sus experiencias o buscar ayuda para sanar”. Y subrayó que “el impacto del acoso puede durar años, incluso décadas; sobre todo en un momento de relaciones entre razas cada vez más polarizadas. Este informe examinará lo que está ocurriendo en las escuelas de California y hasta qué punto el acoso fomenta una cultura del odio en la sociedad”.

California contra el odio

 Becky Monroe, directora adjunta de iniciativas estratégicas y asuntos externos del California Civil Rights Department, abrió la ponencia.

“Lo primero que necesitamos, es reconocer que algunas formas de bullying son hechos de odio, y que algunos hechos de odio son crímenes. Hay ciertos actos de odio que están enfocándose en jóvenes y adultos, pero otros apuntan a los niños. Y la ley californiana dice que las escuelas deben proveer un ambiente inclusivo, saludable y de apoyo, libre de discriminación y de acoso. Las escuelas tienen la obligación legal de propiciar igualdad de oportunidades y no permitir que se trate de modo diferente a los estudiantes debido a su raza, color, nacionalidad, orientación sexual, discapacidad o religión. Las escuelas deben tener políticas y procedimientos adecuados para prevenir y abordar el acoso. Según datos de una consultora, muchos estudiantes que se sienten apoyados y seguros en la escuela tienen menos chances de tener ideas de suicidio o participar en actos violentos”.

-¿Cuáles son las consecuencias sociales del “bullying”?

-Los actos de odio producen un daño tremendo no sólo en los estudiantes sino en las comunidades escolares. Y las personas que viven en la intersección de grupos marginados, están en riesgo de sufrir daños; sobre todo si son mujeres jóvenes de color, asiáticas o personas LGBTQ. Lo preocupante, es que hubo reuniones de junta directiva en las escuelas vehiculizando propaganda anti LGBTQ; lo que coincidió con la declaración de emergencia de esa comunidad.

-¿Cómo analiza el ida y vuelta entre violencia escolar y violencia social?

-Cuando hay incremento de actos de odio en la comunidad, esto se ve reflejado en las escuelas y en los estudiantes. Tal vez parezca obvio pero pido que prestemos atención en lo que está sucediendo entre los jóvenes; porque están incubando un tremendo potencial en actos de odio a futuro. Fue por esto fue que desarrollamos “California versus Hate” (“California contra el odio”).

-¿Cómo definiría “California versus Hate”?

-Somos la primera línea de recursos para las personas que son “blanco del odio” en nuestro estado y reportan hechos de violencia. Nuestra meta es que ellos conozcan sus derechos y proveerles apoyo o personas asignadas especialmente. Además de entender lo que significa el daño del odio, estos casos nos enseñan a entender el poder de la gente joven cuando se une en contra de la violencia.

“CUANDO HAY INCREMENTO DE ACTOS DE ODIO EN LA COMUNIDAD, ESTO SE VE REFLEJADO EN LAS ESCUELAS Y EN LOS ESTUDIANTES. LOS JÓVENES PORQUE ESTÁN INCUBANDO UN TREMENDO POTENCIAL EN ACTOS DE ODIO A FUTURO. Y POR ESO DESARROLLAMOS “CALIFORNIA VERSUS HATE”, UNA RED DE APOYO PARA GENTE DE TODAS LAS EDADES QUE REPORTEN ACTOS DE ODIO Y DE VIOLENCIA”.
BECKY MONROE

Sobre la violencia “online”

Dashka Slater es periodista del New York Times y autora de varios libros, el último de ellos titulado “Historia sobre el escándalo de Instagram fascista de Albany”.

“Pasé diez años escribiendo libros sobre adolescentes, pero este último es distinto, porque cuenta la historia de una persona no binaria que sufrió acoso. Todo empezó con un joven coreano-americano que creó una cuenta racista en Instagram. Y el blanco de esa cuenta eran las estudiantes jóvenes de color. También había comentarios antisemitas y humillantes para temas del cuerpo. Las estudiantes se sentían mal porque muchos compañeros se habían aliado a esa cuenta. Así que hubo violencia en la escuela y estudiantes peleando con los padres. Fue una ruptura muy grande para la comunidad escolar y todo se volvió mucho más extremo”.

-¿Estás al tanto de las estadísticas de ´bullying´ en el país?

-Las de 2018 y 2019 dicen que 3 de 4 jóvenes entre 15 y 25 años ha experimentado contenido racista “online”, y la mitad de ese contenido se enfocaba en la raza. También que 1 de 4 estudiantes de 12 a 18 años ha visto símbolos racistas en la escuela. Lo peor es que 1.3 millones de estudiantes han sido víctimas de “bullying” por algún aspecto de su identidad; y la mitad fueron atacados por la raza, que es el blanco preferido. También, que 1 de 4 han sido atacados físicamente, con un gran porcentaje de estudiantes “trans”. Estas estadísticas muestran un panorama desolador.

-¿Su conclusión?

-Es muy importante saber que los agresores no siempre son chicos transfóbicos. Muchas veces, incluso, son chicos sin ideas previas que siguen otros liderazgos más fuertes. Hay mucha influencia de videos “on line” y de grupos extremos que están haciendo un trabajo permanente para que estos niños vean estos videos, incluso en canales convencionales. Muchos lo toman como “humor socialmente aceptable”. Y de hecho, muchos niños de Albany que seguían ese tipo de cuentas se consideraban anti-racistas. Muchos niños están siendo radicalizados “online”, mientras los algoritmos les ofrecen más contenidos racistas, de violencia o de acoso. El trabajo de las escuelas no termina castigando al culpable sino trabajando permanentemente, marcando lo racista en las redes y concientizando. Hay que hacer mucho trabajo en la cultura escolar y familiar de nuestro país.

“ES MUY IMPORTANTE SABER QUE LOS AGRESORES NO SIEMPRE SON CHICOS TRANSFÓBICOS. MUCHAS VECES, INCLUSO, SON CHICOS SIN IDEAS PREVIAS QUE SIGUEN OTROS LIDERAZGOS MÁS FUERTES. HAY MUCHA INFLUENCIA DE VIDEOS Y GRUPOS EXTREMOS QUE ESTÁN HACIENDO UN TRABAJO PERMANENTE. MUCHOS TOMAN ESTOS VIDEOS COMO HUMOR SOCIALMENTE ACEPTABLE. DE HECHO, MUCHOS NIÑOS DE ALBANY QUE SEGUÍAN ESE TIPO DE CUENTAS, SE CONSIDERABAN ANTI-RACISTAS”.
DASHKA SLATER

Afroamericanos, minoría acosada en Santa Bárbara

Connie Alexander-Boaitey es presidenta de la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) de Santa Bárbara.

“Muchas veces decimos que esta es una comunidad liberal, y que no puede haber acoso ahí. Pero eso es un prejuicio. Ya que los informes del Departamento de Justicia del estado nos dicen otra cosa; que los jóvenes afroamericanos son los que más altos niveles de odio experimentan. Santa Bárbara está posicionada como una ciudad pequeña y tranquila, pero hemos tenido una serie de eventos muy graves que marcan un retroceso. Las comunidades afroamericanas han sido dañadas en nuestra ciudad, donde somos apenas el 2% de la población, con unos 300 estudiantes se identifican como afroamericanos”.

-¿Cuáles han sido esos episodios?

-En el último año y medio, un joven fue atacado en la escuela secundaria, una agresión entre grupos raciales. Al joven lo tiraron al piso y lo golpearon, otros se le subieron al cuello y le gritaron “¡George Floyd!”. Hasta el día de hoy, esta familia no ha recibido nada para resolver su situación. Se demoraron cinco meses para que este chico recibiera turno para un terapeuta. Y la semana pasada, otro estudiante afroamericano sufrió golpes también pero no trascendió. Eso resume lo que está pasando en California, se está intentando borrar lo que sucede contra las personas de color.

-¿Hay alguna salvaguarda legal?

-Sí, y de hecho apoyamos el proyecto de ley 1145, que dice lo que debe suceder después de estos episodios; regresar a esos jóvenes a la comunidad educativa, reubicarlos en un lugar mejor y que hayan recibido servicio de salud mental. Ese rompimiento entre comunidades, está siendo un problema. Tenemos líderes comunitarios de color y latinos. Debemos sentarnos desde NAAPC y tener una conversación seria. Y, sobre todo, debemos alejarnos de la cultura de borrar y olvidar. No son episodios aislados. Esto es algo permanente.

“EN EL ÚLTIMO AÑO Y MEDIO, UN JOVEN FUE ATACADO EN LA ESCUELA, UNA AGRESIÓN ENTRE GRUPOS RACIALES. AL JOVEN LO TIRARON AL PISO Y LO GOLPEARON, OTROS SE LE SUBIERON AL CUELLO Y LE GRITARON “¡GEORGE FLOYD!”. HASTA EL DÍA DE HOY, ESTA FAMILIA NO HA RECIBIDO NADA PARA RESOLVER SU SITUACIÓN. SE DEMORARON CINCO MESES PARA QUE ESTE CHICO RECIBIERA UN TURNO PARA VER UN TERAPEUTA. EN CALIFORNIA, SE ESTÁ INTENTANDO BORRAR LO QUE SUCEDE CONTRA LAS PERSONAS DE COLOR”.
CONNIE ALEXANDER-BOAITEY

Por la enseñanza de Historia asiático-americana

Mina Fedor, fundadora y directora ejecutiva de “AAPI Youth Rising”, habló de la coalición que representa.

“Nuestra misión es luchar por jóvenes asiático-estadounidenses y creemos que podemos hacer una diferencia tomando acciones concretas. Nuestras metas son luchar por una educación inclusiva, promover comunidades saludables y unificar nuestras voces en contra de todo tipo de odio”.

-¿Cómo es que, con apenas 21 años, preside una coalición?

-Porque sufrí la xenofobia con la pandemia en mi escuela. Y entonces empecé a hablar sobre este virus que no discrimina, y que es el odio, generando encuentros donde pensé que iban a venir 70 personas pero al final, había 1,200. Hay mucha gente que quiere escuchar la perspectiva y pensamientos que tienen los jóvenes americanos-asiáticos.

-¿Cómo definirías a AAPI Youth Rising?

-Es importante decir que la experiencia de AAPI YR es diversa. No somos una comunidad homogénea, sino que representamos a más de 50 grupos étnicos que hablan más de 100 idiomas distintos y somos de diferentes generaciones y culturas. Yo vivo en una comunidad progresista pero aquí también hay odio. Y lo sufrimos especialmente en el sistema educativo. Yo fui a Berkeley y escuché comentarios de gente que se reía de las personas asiáticas. Pero también he visto el caso de personas asiáticas que se reían de otros asiáticos. Lo ven como un chiste, pero eso debe ser abordado de manera urgente. Hay mucho odio “on line” y estereotipos que nos atacan por ser, según ellos, una minoría exitosa. Sin embargo, no estamos representados en los libros de historia estadounidense y eso es muy dañino.

-¿Qué proponen desde la coalición?

-Propiciamos la enseñanza de la historia asiático-estadounidense desde las escuelas para romper estereotipos. Y que los estudiantes sepan que hemos tenido un papel importante en la construcción de la comunidad estadounidense y no nos deben considerar como extraños. Estas clases están disponibles en nuestro sitio web, sobre todo para los maestros que quieran tener estas historias en sus clases.

“LA EXPERIENCIA DE AAPI YOUTH RISING ES DIVERSA. REPRESENTAMOS A MÁS DE 50 GRUPOS ÉTNICOS QUE HABLAN MÁS DE 100 IDIOMAS Y SOMOS DE DIFERENTES GENERACIONES Y CULTURAS. YO VIVO EN UNA COMUNIDAD PROGRESISTA PERO AQUÍ TAMBIÉN HAY ODIO, Y LO SUFRIMOS ESPECIALMENTE EN EL SISTEMA EDUCATIVO. HAY MUCHO ODIO “ON LINE” Y ESTEREOTIPOS QUE NOS ATACAN POR SER, SEGÚN ELLOS, UNA MINORÍA EXITOSA. SIN EMBARGO, NO ESTAMOS REPRESENTADOS EN LOS LIBROS DE HISTORIA ESTADOUNIDENSE Y ESO ES MUY DAÑINO”.
MINA FEDOR

Empoderando comunidades indígenas-mexicanas

Anahí Santos, coordinadora de Bienestar Juvenil para One Community Action en las escuelas de Santa María, comentó el nacimiento de la organización.

“Yo vengo del estado de Oaxaca, México, donde somos predominantemente indígenas. Lo que vemos acá en California, es que los latinos hacen burla a las personas indígenas mexicanas. O sea, ellos le hacen “bullying” a sus pares y es algo muy fuerte. Mientras más cerca estás de la blanquitud siendo latino, eres más violento con los latinos más oscuros; especialmente si son mexicanos o centroamericanos. Y eso es inadmisible”.

-¿Cuál es el objetivo de One Community Action?

-Estamos intentando apoyar a las escuelas y a los estudiantes. Muchas veces no tenemos acceso a terapias o a seguros médicos, pero llenamos ese papeleo para chicos y chicas de 12 años. Vemos en este esfuerzo algo muy positivo. Hemos empezado una campaña a favor de quienes somos “oaxaquitas”, que es un término peyorativo con el que se nos designa.

-¿Cómo es la población con la cual trabajan?

-Son jóvenes latinos que han llegado recientemente al Valle Central. A muchos los tenemos que acompañar a la escuela hasta que entran a clases, porque hay “bullying” incluso en el patio. Muchos jóvenes que tienen problemas para conectarse con sus pares, eligen reírse del otro. Pero hay que tener mucho cuidado con esto, porque a largo plazo esa diversión termina siendo violencia de armas, abuso de droga o cárcel… Hay mucho racismo incrustado en la cultura latina y eso nos desintegra como comunidad. A la vez, tengo esperanzas por los jóvenes que estudian, se aceptan y se sienten orgullosos de dónde vienen.

-¿Qué proponen para terminar con el acoso?

-Estamos siempre dispuestos a empoderar a otros jóvenes para que, a su vez, enseñen a los niños. Eso tiene un gran impacto en los más chicos. Estamos reestructurando qué significa ser latino y que significa ser indígena, y conectando con nuestras maneras ancestrales pero dándoles la bienvenida a todos los que nos pidan ayuda.

“YO VENGO DEL ESTADO DE OAXACA, EN MÉXICO, DONDE SOMOS PREDOMINANTEMENTE INDÍGENAS. LO QUE VEMOS EN CALIFORNIA, ES QUE LOS LATINOS HACEN BURLA A LAS PERSONAS INDÍGENAS MEXICANAS. O SEA, ELLOS LE HACEN BULLYING A SUS PARES Y ES ALGO MUY FUERTE. MIENTRAS MÁS CERCA ESTÁS DE LA BLANQUITUD SIENDO LATINO, ERES MÁS VIOLENTOS CON LOS LATINOS MÁS OSCUROS; ESPECIALMENTE SI SON MEXICANOS O CENTROAMERICANOS. Y ESO ES INADMISIBLE”.
ANAHÍ SANTOS

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