Cuento

Relatos de cuentos hispanos escritos por latinos y representados como pequeñas piezas narrativas. Vemos relatos de cuentos latinoamericanos como variedad de la literatura latina en los Estados Unidos.

Dos Neonazis perdidos

Dos Neonazis perdidos

De un encuentro con dos neonazis tijuanenses en el bar Rana's y de como la protagonista se zafó del ataque de esos enclenques de negro tapizados de calcomanías, más aptos para la Tarjeta de El Borracho de la Lotería Mexicana
Oscuridad, un cuento de Cecilia Davicco

Oscuridad, un cuento de Cecilia Davicco

No hay nada que hacer ni decir, las caminatas, las anécdotas, las películas, todo es repetición constante de un interminable columpiarse velozmente del pasado al presente y del presente al pasado en instantes seguidos de oscuridad y olvido
La frontera, cuando no era VIP

La frontera, cuando no era VIP

Quisiera contar una historia pero mejor te voy a contar otra. Así que sácate los ojos para leer bien entre lineas. Ayer o hace algunos días o muchos años atrás iba yo manejando en las calles de Tijuana con un disco pirata de Julieta Venegas
El donador, un cuento de Marga Britto

El donador, un cuento de Marga Britto

Esta es la historia de una época donde las personas sostenían conversaciones de más de 140 caracteres y los amigos se encontraban en la calle y no una foto en un libro virtual
El esclavo del elevador trasero

El esclavo del elevador trasero

Un día, sin decirle a nadie, llegó a Nueva York de negocios y se quedó para siempre trabajando en el elevador trasero del edificio más alto de 678 Greenwich, labor que le encanta, que lo excita.
El mudito, un cuento de Marga Britto

El mudito, un cuento de Marga Britto

Jesús era mudo, pero tenía una capacidad extraordinaria para comunicarse. No se separaba de Marianita, salvo cuando ella estaba en la escuela. Jesús se quedaba en su casa con su madre. No había escuela para él.
Benito Rivera y el conteo regresivo de sus neuronas

Benito Rivera y el conteo regresivo de sus neuronas

Benito Rivera toca que toca la conga. Se salvó del sida en los setenta. Pero con tanta tecata se quedó con tres neuronas: con dos de ellas le pega al cuero de la conga, con la otra mira al público que recuerda sus pasados éxitos en una conocida banda de…
Extracción de muelas, un cuento de Liza Rosas Bustos

Extracción de muelas, un cuento de Liza Rosas Bustos

El nene está lindo. Lindo, está. Pero las libras que lo acolchonaban se han quedado dentro del cuerpo de Nadia, sin dinero cuya nacionalidad quien está ante la tecla ha querido ocultar.
La placa de Florez

La placa de Florez

Caminaron calle abajo por la calle Broadway. Los empujones sórdidos de los turistas atontados comprando recuerdos y camisetas ensordecieron su furia por un rato, elevándola al cuadrado, luego la elevaron al cubo.
Tijuana Blues: La Chola de la Liber

Tijuana Blues: La Chola de la Liber

Se llamaba Ana y vivía en la Colonia Libertad, iba a la Prepa Federal y tenía quince años, una voz ronca y un lenguaje florido lleno de interjecciones graciosas y municiones verbales que despilfarraba sin ningún reparo a la menor provocación.
Amor novelero

Amor novelero

Astuto él, sintoniza el canal 47 y copia el resto de español de las novelas venezolanas que mira compulsivamente después del trabajo mientras se sienta, cansado del día en pie, a soñar con Ana...
La bailarina rockette

La bailarina rockette

Juana Pareja, chicana, viaja a Nueva York para dedicarse a ser bailarina rockette. Tiene la altura de bailarina rockette, el temple de bailarina rockette, el culo chiquito y compacto de bailarina rockette
De mujeres y de junglas

De mujeres y de junglas

Marcelo Marcedes, brasileño constructor civil con Visa H se cansa de las mujeres superficiales de Nueva York y busca a una novia a través de Internet.
El Secreto (2ªparte)

El Secreto (2ªparte)

El incendio de la caja dentro de la cual duerme es apagado por una repentina tormenta tras la cual llega un policía (ángel de la guarda) que lo acomoda junto a otros bajo una rendija de la estación del metro.
El yoga retreat

El yoga retreat

Lejos del aire acondicionado, expuesta la piel al hedor de la isla dos, le devuelve la fe, le extingue la ansiedad y como no tiene pa fumal, reemplaza los cigarros por unas nalgas prietas del vecino que la estruja como tela recién planchá, sin yoga, sin na.
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