Las tremendas desigualdades globales

Mil millones de personas viven en la pobreza extrema, en distintos rincones del mundo, sin agua potable, vivienda, atención médica, sobreviviendo con apenas USD$1.25 por día.

Ginger vive en una lujosa casa de Porter Ranch, en los suburbios de Los Ángeles. Fue educada en un instituto especializado, trabaja en seguridad, tiene comida asegurada y si se enferma la llevan a un… bueno, no a un médico, sino que a un veterinario. A un ´vet´ porque Ginger es una ovejera alemana.

Lo increíble es que la calidad de vida de esta perra, cuyo trabajo diario es simplemente ladrar si alguien se acerca a la casa, es mucho mejor que la de cientos de millones de personas en el mundo.

Millones que padecen desnutrición en Yemen, que duermen en las calles de Mumbai, que abandonan la escuela antes de llegar al sexto grado en Recife, Brasil, y ni hablar de los que nunca han visto a un médico hasta que están al borde de la muerte en Somalia.

Pero volviendo a este can que se ganó la lotería de la vida, si sus dueños se van a pasar unos días en Las Vegas a disfrutar de un buen show y a jugar en los casinos, a Ginger la dejan en un establecimiento especializado en animales domésticos como K9s Only, en West L.A., en donde los suites de lujo incluyen un ambiente climatizado, bebedores de agua personalizados, dos comidas nutritivas por día, un tazón que se lo lavan después de cada merienda, una cama y almohadón privados, televisor LED, juguetes y, al menos en base a lo que sugieren los avisos publicitarios, mucho amor y afecto.

Por supuesto que ese amor no es gratis. El D Pet Hotels, en Hollywood y Nueva York, cobra entre $84 y $200 por noche.

Pobreza extrema

Y mientras algunos pueden pagar hasta $200 por noche para darle todos los lujos a las Gingers de este mundo, hay aproximadamente 1,000,000,000 de personas (puse todos los ceros para que se visualice la dimensión de este drama) que viven en la pobreza extrema. O sea, una de cada 7 personas en todo el planeta.

Vivir en la pobreza extrema no es no tener un televisor o un automóvil, sino que es subsistir con apenas USD$1.25 por día. Una cifra que, aunque las comparaciones no sirven de mucho, ni siquiera alcanza para un boleto de autobús en Los Ángeles.

La mayoría de estos pobres, aproximadamente un 80%, habitan en países africanos del sub-Sahara, Asia meridional y América Latina en donde  los problemas que estos millones y millones sufren están asociados con desnutrición, agua contaminada, un sistema de cloacas deplorable o inexistente, enfermedades, viviendas sin la infraestructura necesaria, falta de médicos, escuelas.

Los multimillonarios

En contraste, de acuerdo con un estudio de Dolan & Kroll, hay 1,645 multimillonarios. Sin arriesgar mucho, se puede afirmar que sus vidas son un poquito diferentes a la de los miserables de este mundo. En vez de caminar dos millas todos los días hasta la única fuente de agua potable, un multimillonario, ante un antojo, puede levantar el teléfono y pedir que el chofer traiga el Mercedes para que lo lleven al aeropuerto en donde lo espera su jet privado para ir a pasar el fin de semana en la siempre maravillosa Mónaco.

Jeff Bezos. FOTO: Wikipedia.

De acuerdo a Business Insider, la mayoría de los multimillonarios, 705, residen en Estados Unidos. El segundo país con 285 es la República Popular China que, irónicamente, es un país comunista.

Y el hombre más rico del mundo es Jeff Bezos, el dueño de Amazon y el Washington Post, quien Forbes reporta tendría una fortuna individual de $118 mil millones.

Para que quede claro, en Port-au-Prince, Haití, hay una mujer que vende frutas en la calle que, estadísticamente, gana USD$1.25 por día, mientras que en las afueras de Seattle, Washington, hay un hombre que tiene $118 mil millones en su cuenta bancaria.

Desigualdad

Esta incuestionable desigualdad brutal e inmoral se presenta en una etapa de Globalización, Revolución Tecnológica y capitalismo salvaje en la que los sueños de los Ronald Reagans y Margaret Thatchers se han visto concretados.

Una desigualdad que significa que el 1% en la cúspide de la riqueza global (con sus mansiones, jets, acciones, bonos, rentas) concentra 48% de la riqueza. Mientras que, en el otro extremo, el 50% de la población menos afortunada apenas acumula un 1%.

La situación es tan dispar que, de acuerdo a Credit Suisse Research Institute, con una riqueza individual de tan solo USD$3,650, una persona califica para estar en el 50% más afluente del mundo.

¿Esfuerzo individual o limitaciones estructurales?

Ginger, el perro, vive una vida de lujo que millones envidiarían. Muchos académicos han argumentado que, como en el caso de las personas, todo ese bienestar económico, toda esa prosperidad, no es simplemente un derivado del esfuerzo individual. Simplemente, es una cuestión de dónde nos toca nacer. No es nada más ni nada menos, sugieren, que el contexto económico, social y político que actúa como una limitación estructural de las oportunidades que van a surgir en la vida.

Esto no implica concluir, bajo ningún concepto, que el esfuerzo individual es irrelevante. Absolutamente no. Lo que significa es que, para la mayoría de la gente, las oportunidades con las que van a contar desde el momento en que llegan a este mundo están correlacionadas con el medioambiente.

Quien nace en Manhattan con una niñera que lo cuida, una biblioteca privada, tutores, salidas frecuentes a teatros, cines, lecturas, que se educa en New York University, tiene un espacio cultural y económico que no existe para quien tuvo la mala suerte de nacer en Rocinha, una colorida favela de Rio de Janeiro.

Millones excluidos

Aunque en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, especialmente en los artículos 22 al 27, se habla de los derechos económicos y sociales como el de la vivienda, alimentación, educación, trabajo, atención médica, solamente 16% de la población mundial vive en países definidos como desarrollados (HDI=>0.9).

Lo que lleva a concluir que alrededor de 6 mil millones de hombres, mujeres y niños están excluidos de estos derechos humanos, sociales y económicos como consecuencia de una ecuación económica y política que favorece la desigualdad.

NOTA: Este artículo es el primero en una serie sobre la pobreza en el mundo y en Estados Unidos que serán publicados en Hispanic LA a lo largo de 2020 y que reflejan el contenido presentado en la clase SOC 102, Grandes Problemas Sociales (Major Social Problems), que el profesor Néstor Fantini enseña en Rio Hondo College, Whittier, California.

[sc_fs_faq sc_id=»fs_faqxy0maabfk» html=»true» headline=»h2″ img=»» question=»¿En qué países residen la mayoría de los multimillonarios?» img_alt=»» css_class=»» ]La mayoría de los multimillonarios, 705, residen en Estados Unidos. El segundo país con 285 es la República Popular China, irónicamente, un país comunista.[/sc_fs_faq]

Autor

  • Nestor M. Fantini, M.A., Ph.D. (ABD), is an Argentine-American journalist, educator, and human rights activist based in California. Since 2018, Fantini has been co-editor of the online magazine HispanicLA.com. Between 2005 and 2015 he was the main coordinator of the Peña Literaria La Luciérnaga. He is the author of ´De mi abuela, soldados y Arminda´ (2015), his stories appear in ´Mirando hacia el sur´ (1997) and he is co-editor of the ´Antología de La Luciérnaga´ (2010). He is currently an adjunct professor of sociology at Rio Hondo College, Whittier, California. As a refugee and former political prisoner who was adopted as a Prisoner of Conscience by Amnesty International, Fantini has dedicated his life to promoting the memory of the victims of state terrorism of the Argentine civil-military dictatorship of the 1970s and is currently coordinator of Amnesty International San Fernando Valley. Fantini graduated from Woodsworth College and the University of Toronto. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Néstor M. Fantini , M.A., Ph.D. (ABD), es un periodista, educador y activista de derechos humanos argentino-estadounidense que reside en California. Desde 2018, Fantini es coeditor de la revista online HispanicLA.com. Entre 2005 y 2015 fue el coordinador principal de la Peña Literaria La Luciérnaga. Es autor de De mi abuela, soldados y Arminda (2015), sus cuentos aparecen en Mirando hacia el sur (1997) y es coeditor de la Antología de La Luciérnaga (2010). Actualmente es profesor adjunto de sociología, en Rio Hondo College, Whittier, California. Como refugiado y ex prisionero político que fuera adoptado como Prisionero de Conciencia por Amnistía Internacional, Fantini ha dedicado su vida a promover la memoria de las víctimas del terrorismo de estado de la dictadura cívico-militar argentina de la década de 1970 y actualmente es coordinador de Amnesty International San Fernando Valley. Fantini se graduó de Woodsworth College y de la Universidad de Toronto.

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Un comentario

  1. Me pongo a disposición de todos aquellos que quieran preguntar o deseen aclaraciones de los temas que presente en esta serie de Grandes Problemas Sociales. Lo que no sepa, por supuesto, consultaré y retornaré con el resultado de mi estudio.

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