Los hicsos: inmigrantes contra faraones

La primera rebelión de inmigrantes ocurrió en el antiguo Egipto. La historia nos cuenta que hace 3.652 años el norte de Egipto fue “invadido” por los hicsos, pero ahora, nuevos datos demuestran que, en realidad, los hicsos que tomaron las tierras más fértiles de Egipto, habían nacido allí.
Según Flavio Josefo, historiador del siglo I de nuestra era, explica que los hicsos llegaron desde el Sinaí, (cananeos), para “invadir” la cuidad de Memphis y el norte del Delta del Nilo.

El error de Josefo radica en tomar como válidas las tradiciones orales egipcias, que no reconocían que los hicsos habían vencido a los egipcios mediante rebeliones internas y que, en realidad, eran nacidos en ese territorio.

Los hicsos

Los hicsos no eran un pueblo, como lo entendemos hoy, en esa época las tribus eran independientes, pero mediante casamientos obligados o arreglos comerciales, se unían para un bien común, formando pueblos con diferentes idiosincrasias.
Se denominaban a sí mismos Aamu, «asiáticos», aunque son más conocidos por hicsos o Heqa Khaseshet, nombre dado por los egipcios que se traduce como «soberanos de países extranjeros», incluso su divinidad principal no era RA, sino Baal.
Los nuevos descubrimientos demuestran que no invadieron Memphis, sino que vivían en esa ciudad, como trabajadores inmigrantes durante cientos de años.
Recordemos que Memphis fue la primera capital del imperio egipcio y ellos vivían en sus alrededores, en un área destinada a inmigrantes que servían a los egipcios en distintas labores, desde la construcción de pirámides o tumbas y ayuda en la agricultura, hasta el cuidado de niños y limpieza del hogar.

Inmigrantes

Los Hicso eran una unión de Cananeos, Hititas, Amalecitas e incluso Minoicos, provenientes de Creta y otras zonas del Egeo.
Al principio emigraron a Avaris o Auaris, (Casa de religión), una ciudad fundada por el faraón Amenemhat I, en el año 1995 a.C., en la región nororiental del delta del Nilo, que desde ese momento comenzó a recibir inmigrantes, “mano de obra barata”, para apoyar a los habitantes de Memphis.
Los hicsos eran considerados ciudadanos de segunda, no eran esclavos ya que recibían salario y vivienda, pero no podían integrarse a la sociedad egipcia. Hasta su vestimenta era distinta, ya que su ropaje multicolor resaltaba sobre la uniformidad del ropaje blanco de los egipcios. Y sus nombres era diferentes del común egipcio, más parecidos a los del suroeste de Asia.
La gran mayoría de ellos no quiso o no pudo integrarse a la comunidad egipcia, ya que eran apartados y discriminados, creando resentimiento y rencor entre los hicsos.

Rebelión

Alrededor del año 1800 a.C., a casi 200 años de su fundación, Avaris se transformó en la capital del pueblo Hicso, independizándose del régimen egipcio. En el año 1720 a.C. los hicsos tomaron Memphis, capital del imperio, cobrando impuestos a los egipcios que vivían en ella.
El faraón Merneferre, conocido como Ay I, huyo a Tebas, transformado esa ciudad comercial, fundada en el 3200 a.C., en la nueva capital, dejando a los hicsos todo el norte fértil de Egipto.
Mientras tanto Avaris, capital de los hicsos, continúo recibiendo inmigrantes, creciendo a 250 hectáreas. Se cree que Avaris fue la ciudad más grande del mundo, desde 1670 a.C. hasta 1557 a.C.


La lucha entre Tebas y Avaris continuó. El faraón Kamose sitió Avaris en varias oportunidades, pero no pudo derrotar a los hicsos. Recién en el año 1553 a.C., el faraón Ahmose I capturó Avaris y Memphis, desplazándolos del territorio egipcio.

Cuatro mil años después

La ciudad Avaris fue descubierta en 1940, pero recién en 2020, un nuevo estudio dirigido por la arqueóloga Chris Stantis de la Universidad de Bournemouth, ha examinado dientes extraídos de esqueletos enterrados allí, para conocer de cerca las raíces de los hicsos.

El estudio de esqueletos enterrados en Avaris, 350 años antes de que la nombraran su capital, revela que los gobernantes hicsos surgieron de una comunidad de inmigrantes que vivía en Avaris. Esta teoría está respaldada por los arqueólogos que no encontraron evidencia de peleas o destrucción en Avaris, lo que no sería el caso si fueran invasores extranjeros.

Autor

  • Cesar Leo Marcus, nació en Buenos Aires, Argentina. Doctor (PhD) en Logistica Internacional y Comercio Exterior, y Máster (MBA) en Sociología Económica, fue profesor de ambas cátedras en las Universidades de Madrid (España) y Cordoba (Argentina). Periodista, publica en periódicos de California, Miami y New York. Escritor, publico 12 libros, y editor literario, director de Windmills Editions. Actualmente reside en California.

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