Si queremos la paz en Ucrania, debemos exigirla

No podemos decir que ‘ya no queremos guerra’ mientras seguimos enviando armas, dinero y aumentamos sanciones

¿Cómo podemos decir que buscamos la paz en Ucrania cuando lo único que hacemos es enviar armas, entrenamiento para un ejército y más dinero que intensifique la guerra?

¿Cómo podemos decir que buscamos la paz cuando sancionamos y tratamos de producir dolor y hambre contra el pueblo con el que es necesario acordar pacíficamente? ¿Quién va a negociar con base en esas condiciones?

Peor aún, nos damos cuenta de que las sanciones, lejos de producir dolor y problemas a Rusia, tienen un efecto en los países europeos que tanto dependen de los recursos energéticos rusos, pero no nos importa. Seguimos con nuestro plan: más sanciones, más armas y más entrenamiento militar.

Trump y ucrania: un público indiferente y cansado
Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania (WikiMedia)

Lo inaceptable es que estamos sacrificando a un pueblo como el ucraniano, del que sabemos que no tiene lo suficiente para enfrentar a una potencia nuclear, pero le seguimos echando porras desde la barrera, mientras vemos cómo es aniquilado.

Después de dos meses de guerra, seguimos en lo mismo. Y lo único que se nos ocurre es enviar más armas, más dinero e imponer sanciones; pero no nos sentamos a dialogar para detener el derramamiento de sangre del pueblo ucraniano.

Cualquiera preguntará, “¿y por qué no hablamos de Rusia, si es el país que ha generado ese dolor y muerte al invadir Ucrania?” Esto, claro, según los medios occidentales, en los que no se analiza todo el contexto de la guerra, ni se menciona que el conflicto inició desde el 2014 con un golpe de Estado que fue respaldado por Barack Obama y Joe Biden.

Recapitulemos: Rusia advirtió durante años y en varias ocasiones a Estados Unidos y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que Ucrania no podía ser parte de esta organización por lo que implica; es decir, armas y bases militares estadounidenses a unos kilómetros de Moscú, la capital de Rusia. Pero no le hicieron caso.

Desde la caída de la Unión Soviética, la OTAN se ha extendido al este de Alemania en 13 países, y ahora está a las puertas de Rusia. Pero a través de sus medios informativos apoyados por Occidente, esta organización sigue diciendo que el presidente Putin es el “agresor”, el “loco”, el “nuevo Hitler”, y no lo bajan de “criminal”, cuando todo se podría arreglar si Estados Unidos se comprometiera con Rusia a que Ucrania no sea parte de la OTAN. Pero Occidente no quiere escuchar; después de todo, la guerra es un negocio y, desde su fundación, Estados Unidos solo ha vivido 11 años en paz, según David Vine, autor del libro The United States of War.

Entonces ¿de qué se trata? ¿Queremos la paz o más guerra? ¿Queremos la paz o estamos dispuestos a sacrificar hasta el último ucraniano para seguir con el negocio?

Seamos claros, la OTAN es un títere de Estados Unidos. Quien piense lo contrario es un ingenuo repetidor de los medios masivos, o un intelectual casado con el sistema armamentista, o no se ha molestado en revisar la historia de esta organización.

Ucrania La tentación euroasiática de vladimir vladimirovich putin
Vladimir Putin

Reflexionemos un poco, en qué cabeza cabe que encontraremos la paz con Rusia, cuando seguimos enviando armas, dinero e imponiendo más sanciones.

Lo triste es que muchos creen que la guerra es un conflicto entre Ucrania y Rusia, cuando en realidad es una guerra entre Estados Unidos y Europa contra Rusia. Y, claro, no es por la libertad ni por democracia de los ucranianos, como se nos dice en los medios occidentales; la realidad es que se sacrifican vidas ucranianas para, entre otros objetivos, cercar a Rusia militarmente y evitar que Europa incremente su dependencia en el gas y otros recursos rusos.

Es por eso que te pido, si eres un lector estadounidense y deseas la paz, que le pidas a tu representante político y al presidente Biden que detenga la guerra y que se comprometa con Rusia a que Ucrania no será parte de la OTAN, porque de lo contrario la guerra seguirá indefinidamente.

Desafortunadamente ya hay gente del Pentágono que dice que la guerra en Ucrania podría durar años.

Así que, si verdaderamente nos preocupan las víctimas en Ucrania, salgamos a las calles a marchar, lleguemos a la Casa Blanca a protestar y pedirle al gobierno estadounidense que no queremos más guerra, que se comprometa con Rusia porque queremos la paz.

Agustín Durán es editor de noticias locales de La Opinión en Los Ángeles.

Agustín Durán

Agustín Durán es un inmigrante que ha ejercido el periodismo en diferentes medios de Los Ángeles por 23 años y actualmente es editor de Metro de La Opinión. Es graduado de Ciencias de Comunicación en Ciudad de México y tiene una maestría en Comunicación Masiva de la universidad de Northridge. Es padre, esposo y es tan escéptico que no le cree ni a su madre cuando le dice ´te quiero´, se lo tiene que probar.

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