¡Feliz Año Nuevo!
Esta es la primera oportunidad que tengo para despedir un año desde la tribuna de Hispanic LA. Solo meses atrás me sumé a esta organización fundada por mi amigo y colega Gabriel Lerner con el entusiasmo de saberme parte de una aventura intelectual sin fronteras. La esperanza, que ya comienza a concretarse, es el de crecer y transformarnos en un nido cibernético de información, análisis y debate que ayude a navegar en este océano multidimensional del siglo XXI.
Nuestro compromiso
Optamos por no articular una orientación editorial partidaria. Por ello es que motivamos a que se abran cien flores del pensamiento para enriquecer nuestra exploración de la realidad política, social, económica y cultural de nuestra comunidad y el mundo. Pero aunque no enarbolemos una bandera específica, tenemos en claro que nuestro compromiso ideológico es con la libertad, la justicia social y la decencia.
La intolerancia
Aunque este 2018 pareciera reflejar un momento político y social diferente, en realidad la historia nos muestra que esas mismas fuerzas de la intolerancia, la división, el racismo, la desigualdad, la crueldad, han sido y son parte de una narrativa que no tiene capítulo inicial ni final. Porque los que marchan con sus banderas de odio en Charlottesville, los que manchan las paredes de templos con esvásticas, los que agreden a quien se cubre con un hiyab son los herederos ideológicos de los arquitectos del horror de Auschwitz y los Gulags estalinistas.
Como en aquellos días, las grandes transformaciones de la Revolución Tecnológica y las nuevas fuerzas de la Globalización han acelerado el flujo de capitales e inmigrantes que generan ansiedad y confusión. Es en ese contexto de ecuaciones políticas quebradas que las ideologías de la intolerancia han salido de su invernadero para asaltar a instituciones democráticas.
La batalla de la resistencia
La batalla de la resistencia, que recién se inicia, es una obligación ética y debe darse en todos los espacios. En el seno de los partidos políticos, en los medios de comunicación, en los claustros universitarios, en los lugares de trabajo, en nuestras reuniones familiares y con amigos. Es una batalla de guerra ideológica total y permanente con el noble objetivo de reconquistar el alma de la nación, para reencontrar esa dirección y esos sueños que hemos perdido bajo el liderazgo de un presidente sin moral.
El niño en el sótano
En su cuento Los que se alejan de Omelas, la escritora Ursula Le Guin habla de un pueblo idílico en el que la gente vive feliz. Pero para mantener esa felicidad es necesario que ignoren que en un sótano obscuro y frío se encuentra prisionero un niño en las peores condiciones inhumanas imaginables. Y para que el pueblo pueda seguir gozando de su felicidad es necesario mantener a ese niño allí. En Omelas, ese es el precio de la felicidad. Pero algunos despiertan de su inacción inmoral y se van del pueblo. Pareciera que ese es el mismo dilema que confrontamos hoy en día. Despertar del letargo de realidades alternativas y resistir a la barbarie.
Ojalá que en este 2019 que nace, liberemos a ese niño del sótano en Omelas. Que nos atrevamos a levantar nuestras voces para hacer renacer nuestros sueños de una nación democrática y justa. Desde Hispanic LA, sin duda, así lo haremos.