El Nuevo Coloso, poema de Emma Lazarus traducido al español (y al ladino)

Su contenido, la militancia de la poeta y su ubicación convirtieron la Estatua de la Libertad en la Bienvenida al Inmigrante

El Nuevo Coloso, de Emma Lazarus. Se trata de una de las piezas literarias más conocidas de la historia. Una placa metálica en el recinto que sostiene la Estatua de la Libertad en la Isla de Ellis en Nueva York muestra especialmente un fragmento que alude a los inmigrantes que por millones pasaron por allí camino al país de las oportunidades y la libertad: «Give me your tired, your poor, / Your huddled masses yearning to breathe free.

Emma Lazarus escribió el soneto porque el comité liderado por un importante político, senador por Nueva York y ex secretario de estado, que recolectaba fondos para construir el pedestal para la obra del francés Auguste Bartholdi se lo encargó, para que lo lean y luego lo vendan en subasta. Nunca se pensó en emplazarlo al pie de la escultura.   

Dice Debora Felder en Cincuenta mujeres judías que cambiaron el mundo (Fifty Jewish Women Who Changed the World) que a Lazarus no le intrigó mucho la propuesta y que inicialmente dijo que no. Una amiga la convenció, diciendo que la estatua ya era un importante faro de bienvenida a los inmigrantes. Y la convenció porque Emma Lazarus, una judía sefardita cuyos antepasados fueron expulsados de España en 1492, era activista migratoria y frecuentemente visitaba el histórico centro de procesamiento de inmigrantes en Ellis. Un centro que operó durante más de medio siglo hasta 1954 y por el que pasaron 12 millones de migrantes. Entonces, el poema fue algo así como parte de su militancia. 

¿A quién le escribía Emma Lazarus? Una hipótesis sugiere que la inspiró la situación de los inmigrantes judíos rusos, paupérrimos y hambrientos en busca de una mejor vida. Es plausible. En última instancia, el poema habla de los suyos. 

Durante el evento en 1883 leyeron El Nuevo Coloso, pero después la pieza cayó en el olvido. Emma Lazarus escribió otros poemas y lideró otras luchas. Pero en 1903, 15 años después de su muerte a los 38 años, reapareció en el New York Times. Después, sus amigos hicieron colocar la famosa placa. 

Es así como un poema dedicado a los inmigrantes adorna el regalo de Francia a Estados Unidos, cuya idea era felicitar el país por compartir su modo de gobierno republicano. La estatua es, sí, un símbolo de la libertad que les espara a los recién llegados. Y la placa es un símbolo de la estatua. Y es por eso que la Estatua de la Libertad es la Bienvenida al Inmigrante. 

No termina allí el relato. Hay una parte contemporánea. En 2017, el gobierno extremista de Donald Trump intentó revertir el espíritu de bienvenida de Estados Unidos, desnaturalizar el poema, plagiándolo y agregándole propaganda política 

Escribe mi colega Pilar Marrero en La Opinión que Stephen Miller, el entonces asesor político y eminencia gris del presidente, declaró el poema como ajeno al espíritu de la estatua. Lo que dijo por extensión – y lo dijo en otras ocasiones directamente – es que Estados Unidos no es un país de inmigrantes. O al menos, no es un país para los nuevos inmigrantes. 

Y en 2019, Ken Cuccinelli en aquel entonces director interino del Servicio de Inmigración y Ciudadanía, uno de los principales funcionarios de inmigración de la administración Trump, y arribista por excelencia, modificó poema sin tapujos durante una entrevista en CNN:

‘Give me your tired and your poor who can stand on their own two feet and who will not become a public charge,’”

‘Dadme a vuestros cansados y a vuestros pobres que puedan valerse por sí mismos y que no se conviertan en una carga pública’”, dijo Cuccinelli , defendiendo la política que prohibiría otorgar la residencia permanente a inmigrantes que serían una carga pública.

Al fin y al cabo, la estatua también es una inmigrante. De Francia. 

G.L.

La Estatua de la Libertad vista desde, Manhattan, Nueva York

 

El nuevo coloso, traducción de Jorge E. Sanint

 

No como el gigante plateado de fama Griega,

Con extremidades conquistadoras extendiéndose de tierra a tierra;

Aquí, en nuestras puertas en el atardecer bañadas por el mar, estará de pie

Una poderosa mujer con una antorcha, cuya llama es

La luz de los prisioneros y su nombre es

La madre de los exiliados. Su mano como faro

Brilla en bienvenida al mundo entero. Sus ojos dóciles comandan

La bahía ventosa enmarcada por las ciudades gemelas.

«Tierras de antaño quédense con su historias pomposas!» Exclama ella

Con labios silenciosos.  «Dame tu pobre, tu agotado,

Tus innumerables masas aspiran a vivir libres,

Tus masas amontonadas gimiendo por respirar libres,

Los despreciados de tus congestionadas costas.

Enviadme a estos, los desposeídos, basura de la tempestad.

Levanto mi lámpara al lado de la puerta dorada!»


A continuación, el original de Emma Lazarus, y una imagen del manuscrito donde lo escribió. 

The New Colossus

 

by Emma Lazarus

Not like the brazen giant of Greek fame,

With conquering limbs astride from land to land;

Here at our sea-washed, sunset gates shall stand

A mighty woman with a torch, whose flame

Is the imprisoned lightning, and her name

Mother of Exiles. From her beacon-hand

Glows world-wide welcome; her mild eyes command

The air-bridged harbor that twin cities frame.

“Keep, ancient lands, your storied pomp!” cries she

With silent lips. “Give me your tired, your poor,

Your huddled masses yearning to breathe free,

The wretched refuse of your teeming shore.

Send these, the homeless, tempest-tost to me,

I lift my lamp beside the golden door!”


Por último, en honor al que la poeta era judía sefardita, presento esta traducción al ladino, la lengua judea española, más que cercano al español de Cervantes, que la comunidad llevó consigo y que sobrevivió exilios durante cinco siglos. 

El Muevo Koloso

Traducción al ladino de Liliana Benveniste

Non komo el djigante briyante de fama Grega,
Kon ekstremidades konkistadoras travesando de tierra a tierra;
Aki, en muestra mar, puertas del atardezer, en piezes
Una mujer poderosa kon una torcha ke su flama
es la luz de los prizioneros i su nombre
es Madre de los Egzilyados. De su mano komo sinyo
briya en bienvenida al mundo entero. Sus ojos suaves komandan
el puerto ayroso entre las buchukes sivdades.

“Guadren tierras antikas sus grandes istorias! Yora eya
Kon sus lavios kayados. “Dame tus kansados, tus proves,
tus djentes amontonadas gritando por respirar livres,
el maldicho isyerko de tus yenas oriyas.
Mándame a estos, los menesterosos, mándamelos a mí.
Yo alevanto mi almenara djunto a la puerta dorada.»

 

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