Germen, un poema de Liza Rosas Bustos
Quiero que escribas a través de mí para que finalmente pueda descubrir quién
eres tú.
Tú, sí, tú.
El ser que se esconde en el doblez de mi costura cerebral…
No estás en mi hipotálamo, reptil cerebro, tampoco el empático mapa de mi frente.
Eres la costra medular antes de cuajar, antes de ser palabra.
Quién te encuentra. Yo no te encuentro.
tú, sí, tú, mal
Eres quien me dicta en secreto si cruzo o no la calle; si saco o no el condón; si tomo Park Avenue o Lexington; si saludo con un ademán, con un apretón de manos, con un abrazo, con un guiño, con un agarrón de trasero, uno de cachetes o si saludo con un beso.
Tú, sí, tú,
Código instintivo.
Escalofríos del alma
El golpe que asesto o no asesto
A ti te hablo, dictador certero, esclavo agazapado
Dictador de movimientos
Te asomas en las rendijas del ritmo que emana el teclado,
Tráfico ilegal de ideas
Te estoy digitando,
Aquí te siento.
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