Literatura

Que huí del amor y eché a perder mis amistades. Que perdí mis generaciones y hasta paré en un seminario, y que, por obra de la causalidad, logré tener vida suficiente para sentarme a escribir.

    Voy a comenzar la presentación de esta nueva novela de Manuel Gayol Mecías por el final y no por el principio. Les adelanto la moraleja de mis palabras hoy aquí: “Marja y el ojo del Hacedor” es una de las novelas más imaginativas, originales y mejor escritas que…

Con Marja y el ojo del Hacedor, Gayol Mecías profundiza en su saga de las Crónicas Marjianas y sedimenta una continuidad de estilo y argumentos presente ya en Ojos de Godo rojo (novela) y La noche del gran Godo (cuento).

Era noviembre de 2009; yo era reportera para el diario La Opinión, y él era un hombre de 46 años que había llegado a Estados Unidos años atrás, sin saber leer

Con la ironía que la vida suele lanzar a borbotones, justo dos días después nos llega la noticia de la partida del escritor Carlos Fuentes. Irónico es también que la última vez que charlé con él -tuve la fortuna de hacerlo en tres ocasiones-, haya sido justamente durante una visita…

Durante el gobierno actual que encabeza Felipe Calderón se registra por primera vez y por mucho, un mayor número de egresados de universidades particulares que de escuelas públicas, 23 frente a 13

Pronto una explosión de burbujas y espuma. Luego un rostro y un par de gigantescos ojos verdes aparecieron frente a mi, para después tomarme entre sus brazos y sacarme del agua.

Hay dos opciones para alcanzar la felicidad: hacerse el idiota o serlo. Lo siento por Obama, pues por ser el presidente, no puede quejarse del gobierno. Entre la aristocracia, la plutocracia y la burocracia, prefiero la democracia.

Nos creemos mucho mejores que los políticos o los banqueros, pero ellos son simplemente los que llegaron allí después de dejar a otros tantos en el camino que no fueron capaces de hacerlo y que, seguramente, de estar en su lugar, hubieran hecho lo mismo.

Para el estúpido, la cabeza es una extremidad. ¡Al diablo con el demonio! Mentira políticamente correcta: ¡Me sacrificaré por la patria!

Tras algunos años de egresar de mi licenciatura en historia, y ya sin ánimo alguno de prosecusión académica, he llegado a una preconclusión que contradice mi hasta hace poco bienintencionada percepción de la historia como disciplina autónoma.

Del dicho al hecho... hay mucha lucha. Oído de oído: "Me han despedido de cinco empleos; no por quedarme dormido, sino por roncar". Si la historia hubiese sido la de la hija pródiga, no habría regresado sola.

Hay días que me levanto con ganas de trabajar, pero me las aguanto. Grafitiando: Un fin de semana no revoluciónario es más sangriento que un mes de revolución. Soldado advertido... también muere en guerra.

Las palabras se me acumulaban en la garganta como si fuesen una cañería a punto de estallar. De hacerlo, serían un chorro de incoherencias, maldiciones e imprecaciones en contra de las nuevas aves de rapiña que monitoreaban nuestras vidas desde el Palacio de La Moneda.

Al estar en medio de dos culturas el emigrante emprende el viaje por su memoria y constantemente compara su presente con sus raíces: Ya no sé si tengo cintura / O si tengo frontera