Cuadernos de la pandemia: El afán de lo normal
Rodeado por las murallas de la pandemia, el diario del escritor colombiano-estadounidense habla de sus experiencias, anhelos y hace recomendaciones.
25 de mayo de 2020 – Me escribe un amigo de otro país y me pregunta cómo están las cosas por California en estos días. Le contesto: “Las cosas están mucho mejor en cuanto al número de contagios y muertes diarias comparado con unos dos meses atrás. Estos han disminuido en gran parte por el control estricto impuesto por el gobierno estatal y el de las ciudades y condados. Ahora ha empezado una cautelosa apertura, que en realidad no parece tan cautelosa. Ves el tráfico en las autopistas y calles casi como un día “normal” antes de la cuarentena. Muchos conducen acelerados e impacientes, como si estos meses apenas hubieran agitado los ánimos y no producido cambios de fondo. En una sociedad como esta, donde el capitalismo salvaje y el consumismo definen el ethos/pathos de una buena parte de la población, es improbable ver cambios en un espacio de tiempo relativamente corto.
En todo el país hay urgencia de reactivar la economía, de seguir en el ritmo de vida de siempre, donde los que tienen el poder económico y político se resisten a los cambios que se requieren para crear una sociedad más justa e igualitaria y, por supuesto, para controlar con más eficiencia (y quizás evitar) las próximas epidemias que vienen.
Todavía es muy pronto para predecir el impacto verdadero de esta crisis creada por nuestra propia voracidad y por el saqueo, violencia y masacres indescriptibles que cometemos a diario contra los animales y el medio ambiente en general.
“Somos anormales. Pero no nos damos cuenta. Por eso pensamos en volver a la normalidad. Lo que necesitamos es volvernos verdaderamente a-normales y empezar a construir otro mundo posible, otra sociedad, otro modo de ser y de existir. Pero todavía no hemos aprendido cómo hacerlo y tal vez nunca aprendamos a hacerlo.
O quizá unos cuántos sí aprenderán una o dos lecciones que representarán algún cambio, pequeño pero esperanzador. De esos pequeños grandes cambios también está hecha la vida, ¿no es cierto? Por ahora, amigo, seguimos dominados por nuestros impulsos más primitivos y por el ansia de seguir instalados en esta vorágine autodestructiva”.
Les recomiendo Desierto sonoro (Lost Children Archives) una novela de la escritora mexicana Valeria Luiselli. Una historia cercana a nuestra realidad, incluyendo los sonidos y las voces de que estamos poblados, los miles de niños inmigrantes perseguidos en la frontera sur de los Estados Unidos, el pasado siempre presente del genocidio de los pueblos originarios, y en medio de todo, la familia que narra su propia versión del caos y desintegración a medida que se desplaza de norte a sur y en diagonal por el vasto territorio de este país.