Malapata Malata 2, un cuento de Liza Rosas Bustos
El sargento Serggio Malapata Malata, mitad italiano y mitad argentino, recibe órdenes en el cuartel de policía para que vaya a salvar a un suicida hispano que está por lanzarse desde el Puente Queensboro.
A él no le corresponde. Pero como es el único de turno y hay treinta películas siendo filmadas en la zona a lo que se suman veinte disputas domésticas, dos carterazos en Central Park , dos suicidios en el subway, es hora del almuerzo y él es el único que se defiende con el español, debe acudir al llamado del deber. Es así como se monta en el carro y avanza puente adentro.
Encuentra al suicida colgando de una de las barandas, pendulando de su cinturon de cuero que agarra del otro extremo, su ex novia. El suicida grita que lo suelten. Serggio Malapata Malata toma un arnés y lo atrapa. Al traerlo a la orilla del Puente, el suicida le asesta un golpe homicida por haberlo salvado.
Para parar el segundo y el tercero que no tardan en llegar, Malapata le hace un torniquete. Al llegar al cuartel, el suicida, que se va arreglando los pantalones y se suelta de las esposas se queja de maltrato policial.
Muestra las marcas en la panza por el torniquete que le ha hecho Malapatta. La cara ensombrecida de Serggio Malapata Malata aparece en los tres periódicos como sospechoso de violencia policial…cuando lo abre y mira la portada, Malapata Malata espera su día libre, se coloca un pantaloon que no necesita cinturón y se monta en el carro… rodando van las ruedas de la patrulla en dirección al Puente Queensboro.