Triunfo conservador en Italia: renovados mensajes desde Europa

Giorgia Meloni, la líder de la agrupación Hermanos de Italia será Primera Ministra de Italia en un gobierno conservador extremo, primero desde Mussolini

En lo que parece ser un efecto en cascada, luego de Hungría y de que en Francia se consolidaran en la pasada elección, ahora el turno es para las victorias de los extremos conservadores en Italia. La perspectiva demuestra que en la península itálica se va a conformar el gobierno conservador más extremo desde la II Guerra Mundial. Se puede vislumbrar, según analistas locales, lo que sería una orientación política con rasgos análogos al régimen de Benito Mussolini (1883-1945).

Sorella de Italia

Dada la naturaleza en cuanto a régimen parlamentario, más que presidencialista, es importante tomar en cuenta cómo han quedado las fuerzas en el Poder Legislativo. La alianza conservadora entre Fratelli d´Italia (hermanos de Italia), junto al movimiento Lega Nord y Forza Italia del ex primer ministro Berlusconi, se hicieron con un 44% de los votos válidos en la pasada elección.

La extrema derecha en Italia

La colectividad Hermanos de Italia (FDI) resultó ser el partido más votado con un 26.4% del total. De allí que la líder de esta agrupación, Giorgia Meloni (1977 -) se perfila desde ya como la primera mujer en ser jefe de Gobierno o Primera Ministra en este país.

La modernidad líquida

Se reconoce que la agrupación completa de los tres partidos antes referidos, mantienen una línea conservadora de polarización. No obstante, los esfuerzos que en especial en los pasados 18 meses, sus dirigentes y militantes de base han hecho en cuanto a aparecer con planteamientos más moderados.

Se sabe que, en condiciones normales, un triunfo electoral pasa por dar a conocer posiciones claras y definidas, pero apelando más que a los extremos a lo que sería la captura del centro político. En este último se encuentran ópticas no tan antagónicas con enfoques más bien pragmáticos y de resultados específicos.

La extrema derecha en Italia
Zygmunt Bauman

Esto es válido sobre todo ahora que los valores políticos se encuentran inmersos en lo que, en su momento, el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman (1925-2017) identificó como la “modernidad líquida”. Véase su trabajo al respecto, “Modernidad Líquida”, edición en castellano, 2002, del Fondo de Cultura Económica.

De manera comparable a lo que ha ocurrido en otros países y ello se encuentra en el corazón de las actualizadas enseñanzas que nos llegan de Europa, serían tres las causas fundamentales que han propiciado el ascenso de las fuerzas conservadoras en Italia. Aunque el caso no es desde luego único, otros movimientos de similar cuño mantienen presencia en naciones tales como Países Bajos, Francia, Alemania, Hungría y Polonia.

Siguiendo contenidos de coyuntura política expuestos por Marco Vandepitte, las causalidades del triunfo de las agrupaciones lideradas por los Hermanos de Italia se centran en los siguientes aspectos.

La extrema derecha en Italia

Un primer componente: el fracaso de los partidos tradicionales en cuanto a satisfacer las aspiraciones de grandes conglomerados sociales. Muchos de los europeos perciben que el esfuerzo que pueden hacer en sus vidas, con estudio, trabajo, con la generación de méritos, no tiene una compensación satisfactoria. De allí que la coartada de muchos políticos populistas en cuanto a culpar a la migración puede ser creíble por grandes sectores provocando intransigencia, discriminaciones y xenofobia.

Xenofobia, pobreza, guerra

Estos planteamientos de odio a los “otros”, a los migrantes, les ha funcionado a personajes como Trump en Estados Unidos, a la agrupación del “Nuevo Amanecer” en Alemania y a la señora Marine Le Pen en Francia. Es fácil ese achaque de culpas. No se requiere demasiada reflexión lo que es propicio para ambientes generalizados de indolencia mental. Además, los inculpados, los inmigrantes, rara vez pueden defenderse.


TRÍPOLI.- Youssef ha cruzado el desierto del Sahara con un mapa escolar de Europa doblado en el bolsillo. «¿Podría indicarme dónde está Lampedusa? Yo no la encuentro», dice este nigeriano de 28 años en la capital de Libia. Por Karlos Zurutuza.

En el caso específico de Italia, ese abandono que puede sentir muy buena parte de la población estaría relacionado con un dato importante: se trata del único país europeo en el cual, en la actualidad, el nivel real de salarios ha disminuido, al menos desde mediados de los años noventa. Un 9% de la población italiana vive en pobreza extrema.

Un segundo factor también está articulado con la respuesta insuficiente que percibe la ciudadanía; se trata de los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania. En este sentido, Italia ha mantenido lazos estrechos con Moscú.

Los frutos de Silvio Berlusconi

Sin embargo, desde el momento de estallar las hostilidades, de manera rápida y sin quizá medir las implicaciones políticas de real impacto, el Primer Ministro Mario Draghi, colocó a Italia de manera decidida, del lado Occidental. Se declaró contrario a Rusia, aun cuando las sanciones son dolorosas. Ante los reclamos, Draghi reiteró: “¿Desean paz o aire acondicionado?”. Típico planteamiento de inconsistencia lógica, conocido como la falacia del tercero excluido.

Extrema derecha en Italia

 

Un tercer aspecto: el desarrollo perseverante de las posiciones más conservadoras desde mediados de los noventa. El gran impulso que desde un inicio supuso la presencia y políticas de Silvio Berlusconi con Forza Italia, ahora desembocan en este estado de cosas.

El ambiente político en Italia da ahora este campanazo. Es de tomar nota cómo las perspectivas se perciben como densos nubarrones para la esperanza de la Unión Europea. Con los vientos favorables del descontento, avanzan ahora sin ningún repliegue ni remilgo, las agrupaciones más conservadoras en el Viejo Continente

Autor

  • Giovanni E. Reyes

    Giovanni Efrain Reyes Ortiz, Ph.D. en Economía para el Desarrollo y Relaciones Internacionales, de la Universidad de Pittsburgh, con post-grados de la Escuela de Altos Estudios Comerciales -HEC- en París, Francia, y de la Universidad de Harvard. Ha sido Director de Integración Latinoamericana y del Caribe en el Sistema Económico Latinoamericano y Director de Informe en Naciones Unidas.

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