Elon musk: el hombre más rico del mundo es un matón que anda suelto
La semana pasada, el multimillonario Elon Musk anunció su decisión de cerrar sus plantas de producción y oficinas en California. Incluye a la fabricante de autos eléctricos Tesla y a SpaceX, que diseña, fabrica y lanza cohetes y naves espaciales, y de llevarlos a Texas.
La movida implica que cientos de californianos perderán su puesto laboral a favor de empleados en Texas.
Peligra la histórica cooperación entre Musk y California
Musk dijo que había tomado la resolución después de que el gobernador Gavin Newsom firmara la ley AB 1955, que prohíbe a los distritos escolares, oficinas condales de educación, escuelas charter y sus líderes solicitar que cualquier empleado o contratista dé a conocer cualquier información tocante a la identidad LGBTQ+ de un alumno sin el consentimiento del alumno.
Si bien los defensores de la gente LGBTQ dicen que los estudiantes tienen derecho a la privacidad, otros argumentan que los padres deben saber qué está pasando con sus hijos.
La cooperación histórica entre Musk y California ayudó a catapultar al estado al frente de la adopción del auto eléctrico y a convertir al magnate en la persona más rica del mundo según Bloomberg.
Durante estos años, Musk mantuvo su imagen popular a pesar de que sus empresas ignoraron la seguridad y el bienestar de los trabajadores y que se ha involucrado en la lucha contra los sindicatos.
Hay intereses financieros detrás de la decisión
El sudafricano, cuya fortuna se calcula en 244.7 miles de millones de dólares, ya se había mudado en 2022 a Texas, un estado sin impuestos sobre la renta, lo que le valió un ahorro de muchos millones de dólares.
Sí, sus empresas disfrutaron de importantes exenciones fiscales en California, incluidos más de 3.200 millones de dólares en subsidios directos e indirectos y “ajustes favorables a los mecanismos de mercado”, según la oficina del gobernador Newsom.
Pero ahora ha vencido el subsidio del gobierno californiano a Tesla, por el cual cubría 7.500 dólares de cada Tesla comprado en el estado.
Hay también un elemento personal en su reacción. En 2022 su hijo Xavier se declaró transgénero, cambió legalmente su nombre a Vivian Jenna Wilson, y rompió toda relación con su padre a raíz de la reacción de este.
Tampoco es esta la primera vez. En 2021 ya había trasladado la sede de Tesla a Texas en protesta por los protocolos Covid de California. Pero en 2023 trajo parte de sus operaciones de regreso al estado dorado y abrió un centro global de ingeniería en Palo Alto.
Una jugada peligrosa
Es en California donde se venden más autos Tesla que en cualquier otro estado, y es el estado que más apoyo ha dado a la industria de automóviles eléctricos. Mientras, Texas es prácticamente hostil a estos vehículos. Sólo el 5.1% de los texanos conducen un auto eléctrico, comparado con el 8% el año anterior. En California, el 25% de cada nuevo vehículo vendido es eléctrico.
Texas ya otorgó a Musk 20 millones de dólares en subsidios para SpaceX, y su Legislatura eximió a la empresa por molestias resultantes de los lanzamientos de cohetes.
Pero el estado debería considerar cuidadosamente su ayuda. Los últimos lanzamientos de cohetes de SpaceX mostraron que la compañía rechazaba precauciones básicas de seguridad y evadía regulaciones ambientales. Y Musk aún podría cambiar de opinión.
Parecería entonces que la declaración es una más en una serie de acciones que ha tomado para acrecentar su influencia política y que lo han llevado a anunciar su apoyo a la candidatura de Trump para presidente y a una donación mensual de 47 millones de dólares a su campaña.