Cuadernos de la Pandemia / Latinos en Hollywood: Una discriminación de película

La presencia total de latinos, hombres y mujeres, en diversos personajes, fue de solo el 5% en películas en salas de cine y de 6.6% en las plataformas digitales

Digamos la verdad. A los grandes estudios de cine de Hollywood les importa muy poco no tener representación de directores, productores, cinefotógrafos, guionistas y actores latinos. Una de las razones de fondo es simplemente porque la industria estadounidense del cine fue creada como un medio para promover la creatividad, el arte y la perspectiva étnica, cultural e histórica angloestadounidense como la norma de esta nación: “los verdaderos americanos”. Y en sus poco más de 110 años de historia se ha resistido tenazmente a tener una política de inclusión hacia cualquier otro grupo poblacional del país.

Comunidades como los afroestadounidenses, latinos, asiáticos, indígenas, han permanecido prácticamente invisibles en los roles protagónicos. Han sido utilizadas, eso sí, para labores logísticas en el enorme tinglado de la producción cinematográfica. Y cuando son visibles como actores en la pantalla, casi siempre lo son de una manera estereotipada, sin el más mínimo interés de acercarse a la complejidad, creatividad y diversidad de sus historias y experiencias. Por lo regular se les ha caracterizado como sirvientes, criminales, gente poco educada, pobres e ignorantes. Siempre racializadas. Siempre inexistentes en los escenarios dominantes de la sociedad norteamericana, que todavía se percibe como esencialmente anglosajona y centroeuropea a la hora de recrear su propia imagen. Y en el caso particular de los latinos, arquetípicamente representados como eternos inmigrantes, forasteros que han cruzado una frontera denigrada. Una presencia siempre sospechosa, incómoda y ajena a la historia nuclear de la nación.

Para completar el cuadro, los dueños y directivos de la industria del cine descansan cómodos en la certeza de que estas comunidades racializadas y etnizadas son audiencias cautivas. Aunque no se vean representadas ni con mínima justicia en las películas, de todos modos van al cine, o consumen las películas y series de los grandes estudios en el creciente número de plataformas de transmisión en línea. Sin embargo, según el Informe sobre Diversidad en Hollywood 2023, escrito por Ana-Christina Ramón, Michael Tran, and Darnell Hunt, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), esta tendencia está cambiando, y los años más recientes demuestran que en Estados Unidos las “audiencias cada vez más diversas prefieren también un contenido cinematográfico más diverso y representativo tanto en las salas de cine como en las plataformas digitales” (1).

Por supuesto, como suele ocurrir en otros campos de la vida de este país (en la música, los deportes, la política, el arte, la literatura, la academia, las ciencias, los negocios) también hay una presencia selectiva y esporádica del talento latino en la industria del cine. Con todo, si la comparamos con la lista de nombres no latinos, famosos o no, la desproporción es enorme y muestra de manera descarnada su condición marginal. Aún aquellos latinos que han logrado descollar en Hollywood cuentan sus historias personales de discriminación, prejuicio y ninguneo, contra las que tienen que seguir luchando, aún después de que su trabajo artístico y creativo ha producido y sigue produciendo millones de dólares de ganancia a los grandes estudios.

El Informe de UCLA, mencionado anteriormente, cuyo concepto de “diversidad” no se limita a la identidad étnica o racial, sino también a aspectos como edad, orientación sexual y religión, indica que solo 2.2 de cada 10 actores en el rol principal en las 200 películas proyectadas en salas de cine y 100 transmitidas en plataformas digitales en 2022 pertenecían a minorías. Para las películas presentadas en cines, el 78.4% fueron actores blancos, 8% afroestadounidenses, 2.3% latinos, 2.3% asiáticos y 9.1% multiétnicos/multirraciales. Entretanto, en las películas transmitidas en línea, 66.7% fueron blancos, 13.1% afroestadounidenses, 6.1% latinos, 2% asiáticos, 11.1% multiétnicos/multirraciales, y 1% del Medio Oriente y Norte de África.

La presencia total de latinos, hombres y mujeres, en diversos personajes, fue de solo el 5% en películas en salas de cine y de 6.6% en las plataformas digitales. A su vez, los directores blancos fueron el 83.1%, afroestadounidenses 5.6%, latinos 1.1%, asiáticos 5.6% y los directores multiétnicos/multirraciales el 4.5%. Las estadísticas continúan en el mismo tenor, o aún peor, en las distintas categorías de diversidad que analiza el estudio de UCLA, incluyendo los guionistas latinos con solo 1.1% para películas en salas de cine, y el 4% en películas en plataformas digitales.

Otro informe revelador fue el realizado por las investigadoras Ariana Case, Zoily Mercado y Karla Hernández, de la Universidad del Sur de California (USC) y publicado en septiembre de 2021, donde se destaca la enorme ausencia de actores, directores, productores, directores de casting y de guionistas hispanos/latinos en un total de 1,300 películas populares en inglés proyectadas entre 2007 y 2019. Entre las estadísticas se menciona que de un total de 51,158 personajes, solo un 5% eran hispanos/latinos. Del total de las 1,300 películas solo un 3.5% tuvo un hispano/latino como protagonista o coprotagonista, de los cuales 26 fueron mujeres menores de 45 años y solo 3 mayores de esa edad (2). Muy a menudo también, actores de origen hispano/latino no necesariamente actúan en papeles que tengan que ver con la cultura latina, o en los cuales tuviera alguna importancia el origen étnico de los personajes que encarnaban.

Hastiados de esta discriminación histórica, hace poco más de dos años 270 productores, guionistas, creadores y escritores de programas y series de cine y televisión latinos, levantaron su voz de protesta contra los grandes estudios de cine y televisión estadounidenses a través de una carta abierta titulada “Querido Hollywood”. La carta-manifiesto, que fue publicada en diversos medios del país en octubre de 2020, indicaba: “[E]stamos indignados por la continua falta de representación latina en nuestra industria, especialmente entre los miembros negros e indígenas de nuestra comunidad. Nuestras historias son importantes y nuestra eliminación en pantalla contribuye al prejuicio persistente que impide un cambio real en este país. […]

“Al negarse a contar nuestras historias y al negarse a ponernos a cargo de contarlas”, añade la carta, “los poderosos agentes de Hollywood son cómplices de nuestra exclusión. Estamos cansados ​​de que los proyectos latinos se desarrollen sin un escritor, director o productor latino adjunto. Nos negamos a ser filtrados por una perspectiva blanca. Estamos cansados ​​de escuchar ‘no pudimos encontrar ningún escritor latino para contratar’. […] Estamos cansados ​​de que nos pinten con el mismo pincel. Estamos compuestos por una variedad de orígenes y etnias. Estamos cansados ​​de historias que solo tratan sobre nuestro trauma. Contamos con multitudes”.

Los firmantes hacen un total de cinco demandas: “1. No hay historias sobre nosotros sin nosotros (Póngannos en posiciones de poder. ¿No saben cómo encontrarnos? Comuníquense con la WGA, el sindicato de guionistas). 2. Den luz verde a nuestros proyectos (Solo un puñado de pilotos de escritores latinos se compran cada año, y la mayoría de ellos nunca se producen). 3. Representen todos los aspectos de nuestra vida y cultura (Asegúrense de que los proyectos que aprueben reflejen la diversidad de nuestra población. Somos una diáspora de más de 20 países diferentes. Somos más que latinos blancos y mestizos. Somos negros e indígenas. Somos LGTB. Somos indocumentados. Hay discapacitados. Tenemos diferentes antecedentes religiosos y creencias espirituales, somos más que nuestro trauma. Escribimos historias de alegría, historias de origen, historias de género, historias para niños y mucho más. Exigimos ser vistos y escuchados en nuestra totalidad).

 “4. Acaben con los niveles estancados (Nuestro talento se desperdicia durante años en los rangos inferiores, lo que nos impide ocupar puestos de showrunners. En lugar de frenarnos, inviertan en nuestro crecimiento). 5. Contrátennos para proyectos que no sean latinos (Somos capaces de escribir más historias aparte de las de identidad. De hecho, nuestras historias también son historias estadounidenses, historias de resiliencia, de liberación, de esperanza. Historias de dueños de negocios que persiguen el sueño americano, niñas pequeñas que algún día serán presidentas o trabajarán para la NASA, veteranos de guerra, enfermeras, artistas musicales y amantes de la moda)” (3).

Pero el gremio latino de creadores, actores, productores y artistas del cine no se han limitado a expresar su rechazo y demandas contra las políticas racistas y discriminatorias de Hollywood.  Durante décadas, numerosos artistas y creadores latinos en la industria del cine han luchado, casi siempre con escasos recursos, para crear sus propios estudios cinematográficos y canales de distribución y transmisión. Este sector forma parte del llamado cine independiente que ofrece una vía para presentar sin filtros ni imposiciones externas las historias de la comunidad hispana/latina de los Estados Unidos, a la vez que facilita la entrada a este país a producciones de América Latina y España. Plataformas digitales como Netflix, Hulu, HBO Max, Amazon Prime Video, y más recientemente Peacock, también están creando oportunidades novedosas para la expansión del cine en español, con actores y talentos predominantemente latinos. La incorporación del cine latinoamericano y español a estas plataformas digitales ha representado un salto cuantitativo (y cualitativo) a la presencia del cine latino en inglés, español y otros idiomas, y su acceso a las audiencias más diversas de los Estados Unidos.

Entre las agrupaciones latinas de la industria del cine en los Estados Unidos están la Asociación Nacional de Productores Independientes Latinos (NALIP), o el Latino Filmmakers Network, que trabajan en promover la representación y la creación fílmica y actoral latina en la industria del cine en los EE.UU. NALIP es también organizador del Latino Media Fest y de la Iniciativa para la Inclusión de Creadores Emergentes de Contenido. Entre los festivales de cine latino que se realizan en distintas ciudades del país y que presentan documentales, largometrajes y cortometrajes producidos por latinos en los EE.UU., América Latina y España, están el Festival de Cine Latino de Chicago; el Festival de Cine Latino de Los Ángeles (LALIFF); el Festival de Cine Latino de San Diego; el Festival de Cine Latino de Houston; el Sunscreen Film Festival en St. Petersburg, Florida; el Tulipanes Latino Art & Film Festival en Holland, Michigan, el Latin Beat en Nueva York; el CineSol Film Festival de Harlingen y McAllen, Texas; el Palm Springs International Film Festival en California; el Santa Barbara Film Festival, en North Carolina; y el Festival de Cine Latino de Seattle, entre otros.

Con estas iniciativas incansables, cabría preguntarse si los actores, directores, escritores productores y profesionales latinos en la industria del cine en los Estados Unidos deben buscar la inclusión en el mundo de los grandes estudios de Hollywood. Esas compañías ya tan familiares que vemos en los créditos de incontables películas como Columbia Pictures, Walt Disney Pictures, Paramount Pictures, Legendary Entertainment, 20th Century Studios, Universal Pictures Hollywood, Marvel Studios, Warner Bros, RatPac-Dune Entertainment y Relativity Media, que hacen la lista actual de los diez estudios de cine con mayores ingresos de los EE.UU.

La respuesta es sí, sobre todo cuando se trata de tener acceso a los millonarios recursos de financiación que requieren proyectos de alto costo, y de los poderosos medios de distribución nacional e internacional que tienen dichos estudios para alcanzar audiencias globales. Estos estudios se han beneficiado económicamente y se siguen beneficiando de un público latino e hispanohablante estadounidense y mundial. Y la razón esencial para que continúe la clase de control de qué producir y distribuir está fundamentada en una política excluyente del grupo dominante sobre los demás.

No hay duda de que los cambios se están produciendo, no porque los estudios de Hollywood estén inclinados a la inclusividad, sino por la presión que ejerce, entre otras cosas, el surgimiento de las plataformas digitales de cine, que tienen un alcance internacional inmediato. El enrocamiento supremacista de Hollywood, que sigue privilegiando torpemente a la comunidad blanca no latina, es solo una manifestación más de que el racismo en la sociedad norteamericana es sistémico y no meramente un problema aislado. En medio de esa pugna, la creatividad, el arte y el genio colectivo e individual latinos seguirán buscando vías para que la riqueza y complejidad de sus historias lleguen al gran público.

Fuentes citadas:

1) Hollywood Diversity. Report 2023. Exclusivity in Progress. Part 1: Film. UCLA Entertainment & Media Research Initiative, por Ana-Christina Ramón, Michael Tran, and Darnell Hunt. UCLA College of Social Sciences. Institute for Research on Labor & Employment, 29 marzo, 2023.
2) Hispanic and Latino Representation in Film: Erasure On Screen & Behind the Camera Across 1,300 Popular Movies, por Ariana Case, Zoily Mercado & Karla Hernandez.  USC Annenberg Inclusion Initiative. Septiembre, 2021.
3) LA Letter. Dear Hollywood. Firmado por 270 artistas. Untitled Latin Project. Los Àngeles, CA, 15 de octubre, 2020.

Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California y administrados por la Biblioteca del Estado de California.

Valentín González-Bohórquez

Profesor de Pasadena City College que ejerció la docencia en otras instituciones como la Universidad de California Riverside y Biola University. Entre sus publicaciones se destacan Árbol Temprano. Poemas selectos (Page Nine, 2012), Exilio en Babilonia y otros cuentos (Page Nine, 2005) e Historia de un rechazo (Alternative Publishers, 2001). También es co-autor de A History of Colombian Literature (Cambridge University Press, 2017) y The Reptant Eagle: Essays on Carlos Fuentes and the Art of the Novel (Cambridge Scholars Publishing, 2015). Es aficionado del arte, cine, ajedrez, tenis, viajar, el medio ambiente y camping.

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